COSA DE PRENSA / Aguas, el voto electrónico

AMLO y Donald Trump

 

 

  • ¿Por qué perdió Trump su reelección?
  • Por lo mismo que AMLO podría perder
  • Por los algoritmos y el voto por correo

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

Miércoles 14 abril 2021.- ¿Por qué perdió Trump las elecciones? Exactamente por la misma razón que AMLO puede perderlas este año: Los algoritmos se las robaron a Donald y amenazan robárselas también a Andrés Manuel.

 

Pero eso Trump lo sabía desde 2016 cuando le ganó a Hillary Clinton y decretara una Orden Ejecutiva que decía que si había injerencia extranjera no tendrían validez los resultados; China infiltró el proceso con algoritmos y tiró al trumpismo.

 

¿AMLO también sabrá que el Instituto Nacional Electoral promoverá el voto por correo vía internet, como en 2006 cuando dijo que Felipe Calderón había ganado, que fue como Trump sería “derrotado” por Biden el pasado 3 noviembre?

 

Trump estaba preparado y con todo eso, todo el sistema estadunidense se le vino encima y lo apachurró para que Biden, con apoyo chino, “ganara” las elecciones… ¿AMLO estará preparado para ser “derrotado” por el voto por correo del INE?

 

Lo más grave que quería hacer Trump en su segundo periodo como huésped de la Casa Blanca, era retirarle el apoyo de Estados Unidos a la Organización Mundial de la Salud, por su manipulación del virus chino; y después se iría contra la OTAN y la propia ONU, es decir, el Gobierno Global, por cómo exprimen al mundo.

 

Por eso no lo dejaron.

 

Lo más grave que quiere hacer AMLO es bajarle los sueldos a los poderes Legislativo y Judicial, y desaparecer al INE, que actualmente aparecen como culpables de que  no lleguen más recursos a la población necesitada, porque consumen casi todo el presupuesto federal; “no tienen llenadera”, ha dicho el Mandatario.

 

¿Por eso no lo dejarán?

 

La moneda está en el aire.

 

Ayer en su mañanera, el Presidente citó una sola vez “los algoritmos”, con lo que se infiere que sí sabe el grave riesgo que viviremos si el INE se sale con la suya y echa andar el voto por correo, con el que inflaría la votación a favor de los adversarios de Morena.

 

Y dijo algo más:

 

“Hay que aclarar que el presidente del INE -porque eso no lo sabe la población- y creo que uno o dos consejeros más ya se les vence su periodo, no sé si este año o el año próximo, el año próximo. Entonces, para que no se piense que se está en contra del presidente, ya él va a terminar, está por concluir su periodo, eso tenerlo en cuenta”.

 

El comentario presidencial es un adiós anticipado a Lorenzo Córdova, un mexicano que llevará a sus espaldas el estigma del México enfermo y jodido que creó, él y quienes piensan como él, como los grandes medios de comunicación.

 

Dijo más:

 

“Acerca de una reforma… hace falta, hay que enviar iniciativa. Por ejemplo, revisar si el número de legisladores es adecuado o es excesivo y se puede reducir, me refiero a los llamados diputados plurinominales”.

 

Si es una reforma constitucional -añadió- que pueda también replicarse en los estados por el número de regidores, porque hay municipios en donde tienen muchísimos regidores, la verdad, ganando bastante.

 

“Hay municipios en donde cuando va a haber una elección se inscriben más candidatos a regidores que a presidentes municipales, pero mucho más en proporción, porque llegan a ganar 100, 150, hasta 200 mil pesos y luego unas prácticas de corrupción en donde, para que le firmen al presidente, le aprueben algo, tiene que haber moche, tiene que haber soborno”.

 

(Aguascalientes sabe mucho de esto. En la actual legislatura local, la diputada Karina Banda Iglesias, acusó falsamente a una regidora que había sido su jefa -Karla Casio- para desquitarse de que no le permitiera robar a sus anchas; otra -Hazel Montejano- sería encarcelada por causas semejantes, con apoyo de jueces corruptos, por supuesto).

 

Entonces -agregó el Presidente- también todo el presupuesto se queda en el gobierno municipal, en el gobierno del estado, esto pasa también en los congresos locales y los órganos encargados de organizar las elecciones, que son muy costosos.

 

AMLO recordó que antes, como predominaba la antidemocracia, entonces tenían todos estos aparatos para simular que se respetaba el voto. Y así era en general en todo el gobierno.

 

“Para simular que se respetaba y se ayudaba a los adultos mayores había un fideicomiso, una comisión con ese propósito, para simular de que no había monopolios había también un organismo con ese propósito, para simular que había transparencia había también un organismo para eso, para simular que no se violaban los derechos humanos había también un organismo, no sólo uno, sino varios.

 

“Todo era pura simulación y todo era aparatos, y todo era gasto corriente, como se le conoce en la administración, y ahí se consumía todo el presupuesto”.

 

El Presidente dijo no descartar que se lleve a cabo una reforma, “pero no para impedir la democracia, al contrario, para que podamos establecer una auténtica democracia y que se tenga confianza”.

 

Subrayó que sí hace falta que haya democracia:

 

“Nada de consignas del presidente, como era antes, de que llamaban al presidente del instituto electoral, a veces ni siquiera el presidente, el secretario de Gobernación, y ya le daban la orden, quién puede ser candidato, quién no, así era, quién puede tener registro para un partido político, quién no”.

 

LA COSA ES QUE…

 

Aunque se resiste a abordar estos temas, el Presidente López Obrador reconoció que no le tiene confianza al INE.

 

Se pronunció por un órgano electoral que no simule, que no tenga injerencia de grupos de intereses creados, de los poderes económico y políticos, y que sea realmente independiente.

 

Recordó a Hidalgo y Juárez: “El pueblo que quiera ser libre, lo será”.

 

Pero la pregunta es: ¿Lo dejarán ganar otra vez?

 

¿Confiar a los de arriba?, preguntaría el reportero. Y respondió el Presidente:

 

“No, si nos consta de cómo; si nuestros adversarios tenían 50 votos, le agregaban un cero; además, luego se modernizaron y lo hacían con algoritmos en computación?

 

¡Aguas, Presidente; aguas con los algoritmos!

 

Qué tal.

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