COSA DE PRENSA / “Liberticidas”

 

 

  • Sociedad cada vez más “liberticida”
  • Nos acecha el caos y como si nada
  • Indiferencia a perder independencia
  • El tiempo se agota, ganando el mal
  • Se concentró el fraude en 5 lugares

Javier Rodríguez Lozano

Miércoles 2 diciembre 2020.- En las movilizaciones del pasado fin de semana en  París, Londres y el viejo Frankfurt -no el Meno, donde naciera Goethe- surgiría una proclama que cala hondo en estos nuevos tiempos.

Una pancarta parisina que se quejaba de la brutalidad policiaca, reprochaba contundente: “Somos una sociedad cada vez más ‘liberticida”.

¿Qué quiere decir eso?

Que los actuales ya no son tiempos en que los pueblos defienden con todo a sus sociedades. Por menos surgieron todos los imperios, desde el Otomano hasta el Romano, y la Revolución Francesa, la Carta de Filadelfia, la Guerra de Secesión y las revoluciones Rusa y la Mexicana, por decir lo menos.

Hace un año China nos receta un pandemia y el Gobierno Global les impone sus políticas unilaterales a sus 193 países miembros, excepto a Palestina y El Estado Vaticano, no afiliados a la Organización de Naciones Unidas y por tanto, tampoco sujetos a los dictados de la Organización Mundial de la Salud.

Sin embargo, el virus de Vuham ha logrado acallar las armas entre Hamas e Israel en la Franja de Gaza y en la Santa Sede no menos agobiada por ese pandemónium, el Papa Francisco construye “La nueva fraternidad” de la feligresía católica en el mundo.

No es el caso de Estados Unidos donde el pasado 3 de noviembre votaron casi 150 millones de estadunidenses, 74 millones de ellos al parecer lo hicieron por Donald Trump y al menos 60 millones (20 millones menos de los que presume) al parecer también fueron para Biden.

El vecino país del norte está muy en el sentimiento cálido de las y los mexicanos, tantito porque la mayor parte de aquel territorio es de raíces mexicanas, y tantito porque no existe aquí familia mexicana sin familiares viviendo el sueño americano allá, allende el río Bravo.

Vamos para un mes que el presidente Donald Trump grita con fuerza el fraude electoral que devastó a la democracia americana en la que todos creíamos y la prensa mundial, el principal ariete del Gobierno Global, acalla aquellos gritos y se limita a sostener a un “presidente electo” ilegítimo.

Pudiera pensarse que es ahí, en el pueblo estadunidense y dicho con el mayor de los respetos, donde al ignorar un fraude electoral ostensible, documentado en más de cinco mil pruebas irrefutables, se manifiesta la mayor “liberticidad” del mundo, es decir, como si no importara la pérdida de libertades que ese fraude electoral significa.

Pero no es así, es simplemente lo más escandaloso que se puede ver, cuando el sistema americano por vez primera en su historia se encamina a legitimar lo ilegitimable; esto es, a validar el triunfo del Mal sobre el Bien y de suceder así, Estados Unidos ya no será el país que conocimos.

La “sociedad cada más vez ‘liberticida” no solo se manifiesta en quienes tolerarán ese fraude en la Unión Americana, sino en los 192 países restantes miembros de la ONU, que no están haciendo absolutamente nada por el Nuevo Orden Mundial que se preparan para lanzar en enero próximo en el Foro Económico de Davos.

“No serás dueño de nada, pero serás feliz”, es el lema del Nuevo Orden Mundial. El Banco Central Europeo ya prepara la moneda digital que sustituirá a los dólares, con la que se otorgará a la población mundial una “Renta Básica Universal”; nadie será dueño de nada, pero la clase dominante conservará sus privilegios materiales.

Y ya empezaron las movilizaciones sociales para tratar de impedirlo. Primero París, Londres y Frankfurt viejo; en esta semana seguirá la protesta en algunas ciudades estadunidenses que visitará Trump para defender su triunfo electoral.

 

LA COSA ES QUE…

Hay un millonario que se aburre como pensionado y aunque no votó el pasado 3 de noviembre se impactó con el tamaño de fraude electoral que vio y decidió hacer algo: Reclutó un equipo pesado de expertos en diferentes especialidades, predominantemente tecnológicas, y se dio a la tarea de investigar.

Se trata de Patrick Byrne, no republicano, no demócrata; sí constitucionalista … Dice que el fraude se concentró en cinco lugares: Atlanta, Detroit, Maricopa, Milwaukee y Filadelfia.

Le seguimos mañana.

Qué tal.

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