- Que indaguen el caso de Brenda Quevedo Cruz en la administración de Calderón.
COSA DE PRENSA.NET, sábado 10 octubre 2020.- El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que no es violatorio de nuestra soberanía que organismos como Naciones Unidas (ONU) investiguen el comportamiento del Gobierno de México.
En su conferencia mañanera de ayer preguntaron al Mandatario:
– Dos temas más, Presidente. El siguiente es sobre el caso Wallace, del 2009, a propósito del periodo de Calderón.
La ONU a través de un grupo de trabajo solicita al Gobierno de México que tome las medidas necesarias para remediar sin demora la situación de la señora Brenda Quevedo Cruz y poner la inconformidad con las normas internacionales pertinentes, incluidas las declaraciones de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que son…
Porque hubo violaciones al derecho a un juicio justo, de tal gravedad que se ha determinado que es de carácter arbitrario bajo categoría 3, remedio adecuado, también solicitando un remedio adecuado hacia su liberación y otorgar el derecho exigible a una indemnización y otras reparaciones.
Casualmente y coincidentemente, nuevamente aparece este gobierno del señor Calderón junto con, obviamente, uno de los detenidos en Nueva York, el señor García Luna.
¿Qué responde ante esta postura de la ONU y solicitud, presidente?
El Presidente López Obrador dijo que cumplimos todas las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y de organismos internacionales.
Puntualizó:
“Entonces, Gobernación, que ahora es una secretaría para la protección de los derechos humanos, que ya no es la misma secretaría de antes, va a hacerse cargo y cumplimos con esa recomendación, se va a cumplir.
Si está en los términos que tú señalas, el Estado mexicano tiene que reparar los daños y tiene que cumplir con las recomendaciones de organismos internacionales.
Estamos inscritos en todos los organismos que tienen que ver con la defensa de los derechos humanos, se abrió el país para que puedan estos organismos observar el comportamiento del Gobierno de México, en esta materia y en todo.
No vamos a utilizar la excusa de la defensa de nuestra soberanía o de nuestra independencia para limitar el que organismos de derechos humanos puedan actuar con libertad en México, no es violatorio de nuestra soberanía el que puedan estos organismos participar en el caso de torturas, masacres, desaparecidos, uso excesivo de la fuerza, autoritarismo, represión.
Estamos abiertos al escrutinio público mundial y aceptamos todas las recomendaciones de estos organismos, sobre todo lo que tiene que ver con la ONU, con organizaciones internacionales serias, dijo el Mandatario.
Reportero: Incluso, presidente, en este mismo tema, porque la ONU también insta a investigar completa e independiente las circunstancias que rodearon esta privación de la libertad de esta persona que está presa todavía, también investigar.
Presidente: Sí, en este caso hay, seguramente, denuncias en la fiscalía y hay que pedir informes a la fiscalía general porque se debe de estar investigando el caso.
Había un ambiente en ese sexenio de mucha represión, de mucho autoritarismo, de querer resolver los problemas con el uso de la fuerza, era el diente por diente, ojo por ojo; era eliminar, masacrar, pensando que con eso se iba a resolver el problema. Bueno, por eso fue por lo que declararon la guerra.
Imagínense, enfrentar un problema que tiene como origen la desigualdad social, la pobreza, la desintegración de las familias, la pérdida de valores, querer enfrentarlo con mano dura, con represión, sometiendo. Pues es una mentalidad muy autoritaria y no quiero decir lo otro, o diría en extremo autoritaria.
No había ninguna consideración -revisen los discursos de entonces- para enfrentar el problema, por ejemplo, atendiendo a los jóvenes. No se vinculaba, eran como dos mundos, era acabar con la delincuencia sin tomar en cuenta las causas, el origen, ni atender las causas ni atender los problemas que originaban y que originan la violencia.
Pues lo único que hicieron, graciosamente, eso en el sexenio pasado, fue acuñar la frase de ‘ninis’, ni estudian ni trabajan, y eso lo dijo un funcionario que fue hasta rector de la UNAM. Una vergüenza. Entonces, son ‘ninis’.
O ahí están los ‘halconcitos’ a las entradas de los pueblos, ahí están en las gasolineras, ¿y qué se hacía por los ‘halconcitos’?, ¿y qué se hacía por los ‘ninis’? Nada.
¿Qué se hacía por los jóvenes si querían estudiar?
Rechazarlos porque no pasaban el examen de admisión y porque teníamos que tener una sociedad mejor a partir de la calidad de la enseñanza, la excelencia, y el que no diera el ancho, discriminado, marginado, como si la escuela no fuese el segundo hogar.
Si el joven no va a la escuela ¿dónde se educa?, ¿en la calle? No es el maestro el que tiene de guía, es el jefe de la pandilla, el jefe de grupo, el que lo está conduciendo, pero esa es la concepción conservadora. De modo que era un ambiente que se creó.
Se hablaba de limpieza, de arrasar, o sea, mucho exaltando este afán autoritario que existe en sectores de la población de gente que está a favor de la pena de muerte; y como son muy hipócritas, pues no lo dicen, pero sí practican, cuando se puede, lo de la ley del talión.
Eso, vamos a decir, aceptando sin conceder, como dicen los abogados, lo puede aplicar el ciudadano, la gente es libre de pensar lo que quiera, pero un gobierno cuyo propósito fundamental es conseguir la paz y la tranquilidad a través de la impartición de justicia, ¿cómo va a sustentarse en el uso de la fuerza?
Querer resolver el problema con mano dura, ‘no me va a temblar la mano’, con cárceles, con leyes más severas, con el uso de la fuerza, con masacres, con violaciones a los derechos humanos.
¿No les comentaba?, que se decía en el Ejército, cuando daban la instrucción arriba y esto venía de los civiles, ‘ustedes hagan su trabajo -les decían- y nosotros nos hacemos cargo de los derechos humanos’.
Imagínense, pues es licencia para violar todos los derechos humanos si de arriba les dicen: ‘Ustedes actúen y nosotros nos encargamos de los derechos humanos’, y como realmente tenían controlada a la Comisión de Derechos Humanos, pues nunca pasó nada.
Por eso se enojaron también cuando hubo el cambio en la Comisión de Derechos Humanos, porque pues ¿dónde estaba la Comisión de Derechos Humanos cuando lo de Ayotzinapa y cuando se cometían masacres?
Entonces, este tema se va a tratar, son tiempos distintos.
Y no es asunto en contra de la señora o por la postura de la señora, ella también tiene como ciudadana el derecho a la defensa y garantizar que ella dé sus elementos y que haya legalidad plena, concluyó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
