- Lo que no se ve en la mañanera
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¿Qué piensa el Presidente?
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Así es Dinamarca y no es populista
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 19 febrero 2020.- ¿Qué pasa por la mente de un político experimentado, cuando en una conferencia de prensa ofrece la palabra y pide se identifique la o el reportero y también su medio? Le permite obtener por lo menos tres datos duros que le marcan la pauta de cómo deberá ser su respuesta. Por ejemplo, el presidente Andrés Manuel López Obrador no responde igual a las preguntas de Reforma y El Universal, que a las de Notimex o La Jornada, por citar dos casos extremosos. Una conferencia de prensa es mucho más rica de lo que aparenta, porque en el fondo de muchas preguntas, unas de gran profundidad y otras ostensiblemente superficiales, hay muchos datos duros subterráneos, que ni siquiera se mencionan o soslayan, pero que están ahí, pasando lista de presentes. Otro ejemplo: cuando un funcionario reconoce públicamente que la pregunta que le hacen es “muy importante”, es porque ahí hay tema que debe ser explorado más a fondo, precisado y esclarecido, para que no deje ningún lugar a dudas en el cada vez más amplio mercado de la opinión pública mexicana, que durante las últimas dos semanas presenció el show de los gobernadores panistas, que rechazaban entregar la infraestructura de salud al Gobierno Federal… El 5 de febrero pasado, el legislador Éctor (sic) Jaime Ramírez, asesor técnico de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional, acusó al Estado Mexicano de “monopolio”, al pretender “financiar, operar, supervisar y autoevaluar los servicios de salud en todo el país”, como si los gobiernos anteriores hubieran estado pintados en esa materia… El 4 de febrero pasado le preguntó la prensa al gobernador de Baja California Sur, Carlos Mendoza Davis, englobando a los nuevos gobiernos del PAN: “¿Van a suscribirse al Insabi?” Y la respuesta fue concreta: “La idea es adherirnos, pero no entregar nuestros servicios”. Léase por “servicios” infraestructura… El Presidente enfatiza categórico que el interés del neoliberalismo era meramente económico, pero sin el compromiso social a que en salud le obliga la Constitución. El 4 de febrero se vería una muestra. El gobernador de Aguascalientes, que es contador, diría a los medios, previo a su entrevista con el Mandatario en Palacio Nacional, que la gratuidad en los sistemas de salud estatales “dependerá de la negociación política respecto a las corridas financieras históricas, las cuales definirán la distribución de los recursos federales”. Es decir, lo que los gobiernos panistas pelean no es la cobertura de salud en mejores condiciones, sino el dinero… Pero todos ellos rechazaron entregar la infraestructura hospitalaria. ¿Pero, cuál? …¿Qué pasa por la mente del Presidente cuando alguien le formula una pregunta y dice su nombre y el de su medio? Él es de oratoria lenta, pero mente veloz, a veces tan veloz como la luz. Preguntó Daniel Blancas, reportero del periódico Crónica, propiedad de Jorge Kahwagi Gastine, expareja de Elba Esther Gordillo Morales y presidente de la Canacintra previo a Yeidckol Polevnsky y posterior a Juan José Moreno Sada, por cierto, buen tipo. El problema es que su director y columnista, el chileno Pablo Hiriart, todos los días lo crucifica, como casi todas y todos los demás columnistas en la Ciudad de México, porque para hacer periodismo hay que criticar, aunque no siempre tengan razón, como ya ha ocurrido a nuestro nunca bien ponderado amigo Raymundo Rivapalacio, el mejor columnista de México… El reportero de Crónica pregunta, después de la explicación del subsecretario Hugo López-Gatell Ramírez: “¿Entonces, toda la infraestructura, perdón, toda la infraestructura o el patrimonio de los estados, pasará a formar parte de la federación? Responde el funcionario federal: “Es correcto”, y explica que una vez culminado este proceso de adhesión, cada estado firmará convenios específicos con el Instituto de Salud para el Bienestar, “para traspasarle su patrimonio, sus instalaciones, la nómina, los equipos, etcétera, y al final esto nos va a permitir integrar un solo servicio nacional de salud para el bienestar”. Y se preguntó al Presidente sobre su disposición a negociar con los empresarios (como Kahwaki Gastine, por ejemplo). Sí, dijo el Presidente, pero fue a lo esencial: “Lo que aquí comentó el doctor Hugo es cierto, es un asunto que tiene que ver con los negocios y al servidor público sólo le deben de interesar los negocios públicos”. De muchos modos, el Mandatario argumentó que los gobernadores panistas solo piensan en negocios, y no en la necesidad de salud de la gente pobre. “El Estado tiene que cumplir su función social y tiene que dar servicio, eso es lo que no hacía ni el gobierno ni la política neoliberal… Y lo mismo sucedió en el caso de la salud, abandono completo. Bueno, las subrogaciones, el contratar los análisis clínicos, contratar estudios, incluso intervenciones quirúrgicas mediante contrato, contratar guarderías, o sea, privatizar”.
LA COSA ES QUE…
Remató el Presidente: “Y vuelvo también a recordar: así es en Dinamarca, así es. Es gratuita la atención médica. Y no me vayan a salir que los daneses son populistas”; qué tal.