COSA DE PRENSA

 

  • ¿Cómo va el debate del momento?
  • No todos creen lo que dice INEGI
  • Corrupción en programas sociales

 

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., sábado 3 agosto 2019.- Nosotros creemos que el diablo está metido en este debate, porque de otra manera no se explica por qué tanta gente inteligente le apuesta al fracaso de México. El debate de ayer, hoy y mañana, fue, es y será: ¿Cómo le va a México con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador? Que nos permite, sin embargo, conocer mejor a muchas personas de las que teníamos otros datos, y también a las cosas. Y como todo en la vida, es blanco para unos y negro para otros. Sin embargo, hay parámetros que no mienten -que tienen los mismos datos-, y no nos referimos a los del INEGI que, por algunos sesgos o matizamientos presuntamente políticos, desconociera el gobernador Aristóteles Sandoval y por eso creara su propio Instituto de Información Estadística y Geográfica del Estado de Jalisco, que no es como el que hoy da “carnita” a la crítica antilopezobradorista, esa del 0.1, que para el periódico Reforma es menor al crecimiento del pasto: “El incremento fue tan minúsculo que al parecer el INEGI necesitó un microscopio para detectarlo”, dice el cotidiano empresarial regiomontano. Ya veremos esos parámetros que no mienten y que tienen los mismos datos, y a los que no se les da el mismo tratamiento informativo… En los últimos 18 años de activismo lopezobradorista, como comunicador de cinco décadas, quien esto escribe nunca estuvo de acuerdo ni con su manifestación contra el petróleo en Tabasco o las mega marchas y plantones en Paseos de la Reforma, ni en su apoyo a la CNTE que hoy quiere sus propios libros para exaltar a Castro, al Ché, a Maduro y toda la izquierda histórica latinoamericana, ni en el cuento de los 43, y mucho menos con la amnistía al crimen organizado, que hoy está más organizado que nunca. Y por supuesto, tampoco votamos por él. Pero cuando en 2018 vimos cómo crecía una campaña que prometía combatir la corrupción y la impunidad, algo que dejamos siempre al nivel de retórica electoral, sin creer realmente en lo que de sinceridad tuviera, nos entró el sospechosismo: Si López Obrador gana las elecciones y realmente combate la corrupción y la impunidad, ¿qué clase de presidente de la República va a ser? Luego de ganar en las urnas con 30 millones de votos, muy por encima de los nueve millones 641,329 con que Salinas le robó el triunfo a Cuauhtémoc, los 17 millones 181, 651 de Zedillo, los 15 millones 989,636 de Fox, los 15 millones 284 con que Calderón se robó las elecciones con ayuda del “orden establecido” y los 19 millones 226,784 de Peña, nos quedó claro que la voluntad popular de las y los mexicanos nunca se había manifestado con tanta energía y que lo menos que merecía ese fenómeno político-social inédito era respeto… Los primeros días de gobierno del López Obrador, y los que le siguieron hasta ahora, han sido igual que las elecciones, inéditos… Sin duda que la escasez de circulante, de dinero en los bolsillos, aunque haya entidades como Aguascalientes, donde nos quieren hacer creer que hay más, cuando no es cierto, ha sido el combustible de la crítica antilopezobradorista. Por ejemplo, los recortes, las cancelaciones como las guarderías y los subejercicios, que el periódico Reforma ve de otra manera, “SI A ESO se le suma que el gobierno confunde ahorro con subejercicio, resulta que no estamos en recesión…” Al iniciar hace 53 años nuestra formación periodística no hubo en nosotros el deseo de enriquecernos, sino el de combatir la injusticia social. Creímos por mucho tiempo que el partido que tenía como lema la justicia social, era el principal responsable de esa tarea: Lo creímos con Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz, pero en 1970 se acabó aquella magia y lo que siguió fue una “docena trágica” frívola y torpe, luego el entreguista neoliberalismo que dio paso a la globalización del delamadridismo y a la “docena azul”, ingenua y corrupta, con el frenesí peñista: saqueo, corrupción e impunidad sin límites, de lo que la y el mexicano bien nacido estamos hartos.

LA COSA ES QUE…

Aquí van los primeros parámetros que no mienten y que tienen los mismos datos: Además del saqueo de cinco gobernadores por casi 300 mil millones de pesos, AMLO frenó también los fraudes por 100 mil maestros, 200 mil niños y dos millones de beneficiarios fantasmas, “becados” por la corrupción en todos los programas sociales, y todos los estados tienen endeudado al país con 10.5 billones de pesos. Quien ha puesto orden merece respeto; qué tal.

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