- Los demonios andan sueltos
- De los Ruiz Massieu a 2019
- Amor privilegiaba a México
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., jueves 25 julio 2019.- Ya desde el Siglo XVII el jesuita Francisco de Florencia alertaba de “la bronca del diablo contra México”, al lamentar que los 12 de diciembre a muchos indígenas se les metiera el demonio en forma de borrachera, para echar a perder la fiesta de la Guadalupana. Otra pregunta es: ¿Qué pasaría si se documentara el metichismo en la política del “pozo sin fondo”, como también se le conoce al padre de la mentira? ¿No acaso ésta, la mentira, predomina en la comunicación digital, donde el mal toma el nombre de fake news? Aquella proclama de Mario Ruiz Massieu (1950-1999) en septiembre de 1994, de “Los demonios andan sueltos”, solo fue el corolario de una diabólica tragedia iniciada muchos años atrás, en 1965, cuando Víctor Corral, padre de la novia de Wilfrido (sí, nieto del segundo director del Instituto Politécnico Nacional, después de Roberto Medellín Ostos) y Roberto Ruiz Massieu, asesinara a tiros ambos, porque el primero “se había comida la torta antes del recreo y Cuca Massieu, la mamá del novio, no lo dejó casar. Los estudiosos de mente abierta encontrarían, si las buscaran, muchas pisadas malévolas en el caminar del PRI desde entonces y hasta nuestros días, donde una Ruiz Massieu todavía despacha, Claudia, hija de José Francisco, que, con Mario, cierra una trágica cuarteta de muertes, donde ha primado el drama y la tragedia, hijas del mal. Estos encapsulados apuntes no son más que un ejemplo del metichismo del diablo en la política mexicana. Ahora, 25 años después, hay quienes no quieren a la 4T, a pesar de sus inobjetables noblezas, y no será difícil saber a quién le encomiendan su fracaso… El 15 de marzo de 2015, Aleteia, un portal cristiano, le dio una explicación a “la bronca del diablo contra México”: Entendiendo lo que el Papa Francisco quiso decir en su reciente entrevista a Televisa, dice el encabezado de su nota y pondera: “Cuando el Papa Francisco le dijo en una entrevista reciente a Valentina Alazraki, corresponsal permanente en el Vaticano del consorcio mexicano Televisa, que ‘a México el diablo lo castiga con mucha bronca’ y, poco más adelante, que ‘el diablo le pasó la boleta histórica a México’, ¿a qué se refería? Ciertamente a la presencia de María de Guadalupe desde los albores de la conquista espiritual y de la conquista material de México por la España de Carlos V”. Comenta que apenas 10 años más tarde de la caída de la Gran Tenochtitlán (el 13 de agosto de 1521), la Virgen de Guadalupe se le aparecía a San Juan Diego, y con ello, le daba una madre a los vencidos. “Una madre que conectaba, directamente, con sus antiguas creencias y que se quedó para siempre en la sagrada imagen del ayate del indígena Juan Diego, un ‘macehual’, una gente de pueblo, representante de esa nación ‘privilegiada’, dijo el Papa Francisco, que defiende, ‘sea católico, no católico o ateo’ a su Madre, la virgencita del Tepeyac”. Explica la nota que esa defensa popular “de hijos”, le dijo el Papa a la periodista mexicana, es, en su interpretación, la que ha hecho al diablo actuar sobremanera en México. “El Pontífice argentino, que celebró la entrevista con Televisa debajo de una preciosa reproducción a tamaño natural del ayate que se venera en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, la ‘enganchó’ con la santidad y el martirio de la persecución religiosa (de 1926 a 1940) y con el actual sufrimiento que viven las familias del país, ejemplificadas por los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre de la ciudad de Iguala (Guerrero)”… Aletia nos relata en “Una historia de jesuitas”, cómo “la bronca del diablo contra México” inició en 1695. Dice: “El Papa Francisco no es el primer jesuita que hace la interpretación de que el diablo se entromete y ‘castiga con mucha bronca’ (enojo, de acuerdo al lunfardo rioplatense) a los mexicanos guadalupanos, especialmente a los pobres. Quizá el primero que hizo esta referencia fue el jesuita Francisco de Florencia, nacido en 1620, en la Florida (entonces posesión española) y muerto en México en 1695”.
LA COSA ES QUE…
El amor de María privilegiaba a México. Luego le seguimos; qué tal.