COSA DE PRENSA

 

  • “El que no está conmigo…”
  • “No es papel de los medios”
  • Estar con México o contra él

 

Javier Rodríguez Lozano

AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 24 julio 2019.- No solo Mateo, sino también Lucas, en el capítulo 11 versículos del 14 al 23 de su Evangelio, relata una frase de Jesucristo, según la cual: “El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama”, en cuyo contexto está precisamente “La bronca del diablo contra México”. Ese texto dice: “En aquel tiempo, Jesús estaba echando un demonio que era mudo y, apenas salió el demonio, habló el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron: ‘Si echa los demonios es por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios’. Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo en el cielo. Él, leyendo sus pensamientos, les dijo: Todo reino en guerra civil va a la ruina y se derrumba casa tras casa. Si también Satanás está en guerra civil, ¿cómo mantendrá su reino? Vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú; y, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros. Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero, si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte el botín. El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama” … Entre aquello de “¿qué hora es?”, de Álvaro Obregón, con la respuesta de quien lo escuchara: “Las que usted quiera, señor Presidente”, al lamento de Andrés Manuel López Obrador: “Proceso no se portó bien con nosotros”, y la reacción del reportero de ese semanario, Arturo Rodríguez, de: “No es papel de los medios portarse bien con alguien”, no solo hay un siglo de distancia, sino todo un cambio generacional. La pregunta es si después de esa metamorfosis sobrevivirán los “cañonazos de 50 mil pesos” que soportan a muchos medios… Algunos analistas presagian un choque de trenes, al referirse a los desencuentros del Presidente López Obrador y algunos medios de comunicación. Lo que nosotros vemos es ya ese choque de trenes. Los periodistas con tan solo cinco años de experiencia, aprendemos las reglas básicas del juego; la principal, que “el periodismo es como la cocina: lo hace el dinero y no Catalina”; y con 50 años en el medio, ¿qué no sabemos? Al menos a quien esto escribe le ocurrió eso. Entre 1966 y 1976 cuando en este último año empezara a percibir un salario, lo demás había sido hambre; después fue el paraíso terrenal, se podía comer a gusto porque había una paga, y lo más importante, la familia también podía comer y no solo eso, sino educarse y tener un modo de vida decente. Pero cuando el hambre del desempleo entra por la puerta del periodista, todos los talentos salen volando por la ventana. El periodismo es también como la letra de José Vasconcelos, que “con sangre entra” … Los periodistas sabemos quiénes son los políticos; los políticos saben quiénes somos los periodistas. Lo más ingenuo y desafortunado son los desencuentros, cuando con encuentros todo puede ser mejor, como lo supiera la mayoría de los presidentes de las siete décadas priistas y nunca aprendieran los de la docena trágica panista. Y no hablamos de encuentros de intereses, sino de ideas a favor de una causa común: México… Algunas de las opiniones sobre el desencuentro presidencial con un medio este lunes son muy interesantes. Una de ellas dice: “En el fondo la discusión se dirige hacia cuál debe ser el papel de los periodistas en la sociedad. Su independencia y su autonomía son parte de una definición de ellos mismos y una manera de entender el ejercicio profesional. ¿De qué lado se tienen que ubicar los periodistas? ¿El periodismo debe ser de causa? ¿Debe ser solidario con el ejercicio del poder o entender los momentos que se viven, como es el caso de nuestro país, debiendo atemperar la crítica y dejar de ser acucioso con el poder mismo, independientemente de su evidente legitimidad? Éste es el dilema que anda planteando el Presidente, que no necesariamente es el dilema del ejercicio periodístico. El llevar las cosas a ‘estás conmigo o contra mí’ es ir tarde que temprano a un choque de trenes” …

LA COSA ES QUE…

Pero López Obrador, politólogo al fin, también fue agudo en ese debate, cuando planteó que los buenos periodistas siempre buscan la transformación. Nosotros creemos que el periodismo debe discernir: ¿O está con México o contra él?; qué tal.

 

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