COSA DE PRENSA

 

  • Y se fue el “gozo al pozo”
  • Desventajosa negociación
  • No nos libramos del todo

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., 2019.- Parecía que sí, pero no fue todo lo triunfalista que prometía, la negociación de Marcelo Ebrard como canciller de México, con la administración de Trump, que con todo y su presunta ingenuidad en las ciencias políticas, ha resultado ser el más agresivo y efectivo de los 17 presidentes de Estados Unidos (siete demócratas por 10 republicanos), desde el primero de ellos, el 27º  William Howard Taft (1909-1913), que mandara llamar a Porfirio Díaz en 1909, en el primero de sus cuatro años de gobierno, y hasta el 47º Barack Obama (2009-2017) cien años después, que siempre tuvieran la mira puesta en México. Definitivamente, a la mayoría de los mexicanos no nos gustó cómo terminó el debate de los aranceles entre la administración de Andrés Manuel López Obrador y la de Donald Trump, simplemente porque pagamos mucho por algo que aún no termina y que será más costoso a la larga, independientemente de que admitamos que fue bueno que nuestro país contara con una política pública más definida acerca de la migración: “Siempre podemos volver a nuestra anterior, muy rentable, posición de aranceles, pero no creo que sea necesario”, advertiría el magnate que gobierna como magnate al país más poderoso de la tierra, quien con esa sola estrategia asegura otros cuatro años en la Casa Blanca… Después de Taft, el  presidente Woodrow Wilson (1913-21) nos invadió Veracruz en 1914 para apoyar a Venustiano Carranza en lucha contra Victoriano Huerta, y de paso entrarían las primeras empresas estadunidenses… Warren Gamaliel Harding (1921-23), a diferencia de Trump, se opuso al proteccionismo y altos impuestos de su antecesor, pero como Donald, restringió al máximo la política anti inmigración, con todo tipo de bloqueos a la entrada de orientales y del sur de Europa, como los italianos, griegos, serbios, turcos y judíos. No se ocupó de México… A John Calvin Coolidge (1923-29) tampoco lo interesó mucho el intervencionismo, quizá por eso Plutarco Elías Calles tendría la suficiente soberanía para inventar sistema político mexicano que surgiría en en el último año de gobierno de Calvin. El crecimiento económico lo reservó a la reducción de impuestos y la promoción industrial y del comercio exterior… El presidente Herbert Clark Hoover (1929-33) nos sugiere un reportaje aparte, que nos diga qué impacto tuvo en México la Gran Depresión, que este mandatario atizaba echándole gasolina a la hoguera, al aumentar de 25 a 63% los impuestos… Cuatro veces presidente Franklin Delano Roosevelt (1933-45), naturalmente, como uno de los artífices de la victoria en la Segunda Guerra Mundial, nunca se interesó en México, más allá del Escuadrón 201. Con su New Deal (nuevo pacto) sacó a Estados Unidos de la Gran Depresión, programa que se llevaría a cabo entre 1933 y 1938, con la misión de sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados financieros y redinamizar la economía, poniéndole fin al desempleo y las quiebras que se habían desatado en cadena desde 1929… A Harry S. Truman (1945-49) le tocó una de las decisiones más difíciles de que tenga memoria la humanidad: apretar el botón rojo de la Casa Blanca, con la que liberaba la orden de arrojar las bombas atómicas a Hiroshima y Nagazaki, en Japón, para dar fin a la Segunda Guerra Mundial. El precio fueron 220 mil vidas. Acuñaría una frase que seguramente Trump tiene colgada en un marco de su oficina privada: “If you cant’ stand heat, you better get out of the kitchen” (“Si no puedes soportar el calor, es mejor salir de la cocina”)… Dwitght David Eisenhower (1953-61). En su campaña llevó como vicepresidente a Richard Nixon quien sería acusado de malversación de fondos. En la campaña para su segundo mandato, Ike le pediría a Nixon que no se presentara, pero éste logró colarse a la vicepresidencia por segunda vez. Incorporaría a Alaska y Hawai como sus estrellas números 49 y 50, respectivamente… Seguirían John F. Kennedy (1961-63) con indiscutible huella de simpatía en México, igual que Bill Clinton (1993-2001) y Obama, y con diferentes aplausómetros para los presidentes Lyndon B. Johnson (1963-69), Nixon (1969-74), Gerald Ford (1974-77), Jimmy Carter (1977-1981), Ronald Reagan (1981-89), Bush padre (1989-93) y Bush hijo (2001-09).

LA COSA ES QUE…

Naturalmente, la derrota de los aranceles no es más grave que la pérdida de medio México en el Siglo XIX, con estados como Nuevo México, Nevada, California, Nevada, Utah, Arizona, Texas y medio Colorado; qué tal.

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