Ricardo Monreal Avila y Andrés Manuel López Obrador.
- ¿Quién ganó y quién perdió?
- Ricardo Monreal el perdedor
- Grupo Epicentro 2000 y CLT
Javier Rodríguez Lozano
AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 5 junio 2019.- ¿Qué pasó en el Movimiento Nacional de Regeneración Nacional? Lo dijimos reiteradamente en este espacio, que era un caos y que perdería. Lo sabía Yeidckol Polevnski y nada pudo hacer, porque sabía que nada se podía hacer. En estas elecciones parece revivir una historia triste, aquella que derivara de “la caída del sistema” de Manuel Bartlett en 1988, que llevara a Carlos Salinas de Gortari a pactar con medio mundo para que lo dejaran gobernar. El primer acuerdo no fue con el Frente Cardenista de Cuauhtémoc Cárdenas, que había vapuleado a Salinas en las urnas, sino con el PAN de Luis H. Álvarez, Diego Fernández de Cevallos, Carlos Castillo Peraza y Luis Felipe Bravo Mena, quienes obligaron a Manuel J. Clouthier a subirse al “carro de la concertacesión” y aceptar el fraude electoral del salinato: En Baja California, en 1989 con Ernesto Ruffo, el PRI ensayó “ganar perdiendo”. Perdió la primera gubernatura en su historia, pero pudo gobernar sin merecerlo… En 2019, en el mismo lugar, se repite la historia: Morena “pierde ganando”. Obtiene la entidad mexicana que cuenta con la puerta principal entre México y Estados, para encarar tan pronto como se manifiesten las diferencias entre los “Vecinos distantes” de Alan Riding. También ganó Puebla, porque el PRI lo permitió ya que si se hubiera aliado al PAN Morena habría perdido. En resumen, el partido oficial ganó en Baja California y Puebla, pero perdió en Aguascalientes, Durango, Tamaulipas y Quintana Roo… Son muchas las preguntas del momento, una apropiada es: ¿Quién ganó y quién perdió, con el ‘ganar perdiendo’ de Morena? Sin duda, el Presidente López Obrador ganó con Baja California y Puebla. El perdedor se llama Ricardo Monreal Ávila, quien con sus ambiciones presidencialistas que datan del 2000, debilitó a Morena en dos de las ocho entidades donde coordinara la segunda circunscripción, que arrasara en la elección presidencial: Aguascalientes y Tamaulipas. Aquí, la izquierda aguascalentense se ha “levantado en armas” y quiere “guillotinar” políticamente hablando, a los cómplices de Ricardo Monreal: Cuitláhuac Cardona Campos, José Narro Céspedes y al delegado Aldo Ruiz Sánchez… Al igual que Andrés Manuel López Obrador, el zacatecano Monreal Ávila busca la Presidencia de la República desde hace 18 años, cuando “la sana distancia” de Ernesto Zedillo concediera aquel privilegio a Vicente Fox… Analicemos por qué Ricardo Monreal es el gran perdedor de estas elecciones. Se suponía que debía tener el triunfo asegurado en Aguascalientes y Tamaulipas, donde –con Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y Zacatecas- en 2018 obtuviera cuatro millones 292 mil 505 votos, 14% con que AMLO ganaría la Presidencia, despegándose de un magro 1.7% de 2012. Ahora, este 2 de junio de 2019, en los estados de Aguascalientes, Baja California, Durango, Tamaulipas, Puebla y Quintana Roo, Morena obtuvo un millón 567 mil 28 frente a los cuatro millones 511 mil 536 de 2018, es decir, Monreal-Aldo Ruiz y Cuitláhuac Cardona-José Narro Céspedes, provocaron la pérdida de dos millones 944 mil 508 sufragios; qué tal, casi nada. Todo ellos deben ser retirados de Morena Aguascalientes y no necesariamente hasta noviembre pasado, sino antes… Ayer, Manuel de Jesús Bañuelos, suplente del desconocido Arturo Ávila Anaya, pidió la renuncia de Cuitláhuac y Narro. En la limpia morenista también debía incluirse el propio Manuel Bañuelos por haber entregado su respetabilidad política personal a un proyecto que sabía que había nacido muerto, en el que solo Monreal y Ávila creían; se pasaron de oportunistas ingenuos. Pero no fue el caso de Yeidckol Polevnsky, quien ya sabía que Morena no ganaría Aguascalientes… Y ahora, ¿qué sigue? Son muchos y todos ellos, muy interesantes los escenarios que dejan estas primeras elecciones de Andrés Manuel López Obrador, al que por otra parte había que anotarle también otro gol pero en contra: El abstencionismo, porque es de asumirse que “la abstención también es una forma de oposición”. Y eso nos dice que el Presidente ha perdido popularidad.
LA COSA ES QUE…
Ya le platicaremos cómo, en Apozol, Zacatecas, en el 2000, en reunión del Grupo Epicentro –a que asistiera Carlos Lozano de la Torre- nacerían los sueños presidencialistas de Ricardo Monreal Ávila, compitiendo contra Andrés Manuel López Obrador; qué tal.