- Deja mucho que desear el IMSS
- “Extravíos y enorme corrupción”
- Puede volver cruel neoliberalismo
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO,viernes 24 mayo 2019.- Germán Martínez Cázares dijo al Consejo Técnico del IMSS en su carta de renuncia, que la calidad y la eficacia de muchos servicios del Seguro Social; “que tiene retos, desafíos, extravíos y una enorme corrupción”. Nada menor fue el espectro de negación que dejó claro el expresidente del PAN, sin embargo, admitió que el IMSS es el único instituto a nivel mundial que da servicios médicos ilimitados sin que sus prestaciones impacten en el salario. Para mantener ese nivel de gasto –agregó es indispensable esa labor tributaria eficiente y justa, que debería ser apoyada con todas las medidas administrativas, el personal necesario de tiempo determinado para realizar notificaciones, certificaciones, cálculos y cobranza. “Se han despedido trabajadores eventuales, con las disposiciones de Hacienda, cuando muchos de ellos podrían estar incluidos en el programa prioritario de Jóvenes construyendo el futuro”. Estimó que una verdadera reforma del IMSS debería velar por los trabajadores que sufren con la rotación laboral o el llamado “outsourcing” e impedir el desamparo social, cuando miles de ellos son expulsados del mercado laboral, porque cuando vuelven (los afortunados de volver a gozar de un empleo) su atención médica es más difícil, y el costo para el IMSS es más gravoso en términos económicos. Postuló: “No veo las iniciativas de la burocracia de Hacienda para dar seguridad social permanente a todos los jornaleros del campo, a los repartidores de comida o choferes, ni a los trabajadores de la construcción, como sí hicimos con las trabajadoras del hogar, motivo y orgullo del IMSS lopezobradorista”. Mencionó que ese Instituto actualmente construye un acuerdo con la oficina de Marcelo Ebrard, para el aseguramiento en dólares por familiares que residen en Estados Unidos, de sus parientes que viven en México, “y buscamos con la UNAM, concretamente con su rector y su director de la Facultad de Medicina, un convenio para fomentar el deporte, el cambio de estilo de vida e insertar al mundo laboral a nuevos aprendices de nuestra máxima casa de estudios”.
Indicó que ayudar en la enorme tarea moral de separar los asuntos del gobierno de los negocios personales, como quiere la Cuarta
Transformación de la patria, lo puede hacer el IMSS, siempre que no le pongan obstáculos, barreras y desconfianzas externas. El Presidente ha dicho que una sociedad que sólo busca el mero “crecimiento” y endiosa al consumo, ni es justa ni estará en paz; “por eso apoyo, admiro y sueño con el éxito de construir un México con ‘desarrollo’ que nos iguale a todos, y eso reclama una preferencia por los más pobres, exige no descartar a nadie”. Esa orientación del gobierno lopezobradorista de México, requiere inteligencia, de lo contrario, pueden volver a ganar quienes creen en la mano cruel del libre mercado. La ineficacia igual que la corrupción, juegan en el lado de los mismos que construyeron la sociedad de los privilegios mexicana que el Presidente busca y quiere desaparecer. “No cuido mi futuro personal, ni lo subordino a acomodos en los sillones del gobierno. No defiendo a farmacéuticas, ni a proveedores o constructores. El motivo de este diferendo con algunos funcionarios de Hacienda no es la compra de medicamentos, es fortalecer y respetar al IMSS. Siempre he tratado de guiar mi vida por convicciones. No soy lambiscón, ni barbero de nadie. Creo y defiendo al Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque no es gerente de los que se creen dueños del país. No es florero de nadie, como el mismo lo dice. Yo seguiré su ejemplo: tampoco yo seré florero en el IMSS de decisiones tomadas fuera del IMSS”. Consideró que gobernar el Seguro Social, encarar sus difíciles retos, domar ambiciones y negocios, cobrar cuotas, ganar juicios, hacer trabajar a sus empleados, y erradicar la maldita corrupción que lo aflige, requiere un director general fuerte, respaldado por todos, sin dudas, ni vacilaciones. “Señores miembros del Consejo Técnico del IMSS, con absoluta paz y en ánimo de construir y no de destruir, Ustedes saben que podría vetar las decisiones del Consejo, como me autoriza el artículo 269 de la Ley del IMSS, pero los niños que padecen cáncer y esperan su tratamiento, quienes viven a la espera insulina, las poblaciones de la diversidad sexual que reclaman antirretrovirales, y los millones de enfermos que se atienden en nuestras clínicas y hospitales, no merecen ni un minuto de rebatingas de poder”.
LA COSA ES QUE…
El Presidente de México –concluyó Germán Martínez Cázares- necesita nuestro apoyo, no nuestras disputas. “Estoy consciente de los límites y de mis límites, puedo equivocarme, pero soy decente y tengo vergüenza pública, y con serenidad de ánimo, presento, en este momento, mi renuncia al cargo de director general del Instituto Mexicano del Seguro Social”; que tal