Pánico de Donald Trump por el rezago estadunidense ante el acelerado crecimiento chino y ruso, y que América Latina se independiza ya de su influencia regional.
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Sheinbaum pone en su lugar a Trump
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Hoy México expone sus condiciones
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Superioridad china y rusa es la causa
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Disfraza injerencismo con cooperación
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, lunes 3 febrero 2025.- En diez puntos preliminares a la postura que hoy definirá el Gobierno de México ante su homólogo de Estados Unidos, se establece con toda claridad que nunca más habrá subordinación.
De la respuesta que emita el presidente Donald Trump a la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum dependerá no solo el futuro de la relación México-Estados Unidos, sino también el de las Américas, del Bravo a la Patagonia.
En toda su historia el Continente Americano no había experimentado algo semejante, nunca antes México le diría a Estados Unidos como ahora, que combatir a los grupos delictivos debe hacerse con principios1; que la soberanía no se negocia2, que se rechaza la calumnia de la Casa Blanca3 y las injerencias estadunidenses en su territorio4.
Tampoco que las alianzas son las de sus armerías con grupos criminales, como demostró su Gobierno el 8 de enero de 2024; que el 74% de armas del crimen organizado vienen de la industria militar estadunidense6, que el Gobierno de México tiene una estrategia de seguridad nacional7, que Estados Unidos no la tiene, al no investigar la venta de estupefacientes en sus calles8.
Que la epidemia de opioides sintéticos en Estados Unidos se debe a la prescripción de medicamentos de ese tipo en sus farmacias9 y que el consumo y distribución de drogas en Estados Unidos es un problema que su Gobierno no ha atendido10.
La otra cara de esta misma moneda es que Estados Unidos ya inició también su injerencismo, disfrazado de cooperación militar y ahí se espera hoy una respuesta del Gobierno de México.
Es el pánico de Donald Trump por el rezago estadunidense ante el acelerado crecimiento chino y ruso, y que América Latina se independiza ya de su influencia regional, la causa de la nueva guerra arancelaria, con la que perderá más y ganarán sus adversarios.
La otra cara de esta moneda es que Estados Unidos ya inició su incursión armada a México, con el pretexto de la cooperación militar, como lo hiciera con la Iniciativa Mérida de George Bush y Felipe Calderón en 2007, con grotesca violencia en México, al armar al crimen organizado en su falsa guerra.
La Casa Blanca anunciaría este sábado aranceles del 25% a México y Canadá, y de 10% a China y de inmediato tendría respuesta: el Dragón demandará al Tío Sam a la Organización Mundial de Comercio (OMC), la Nación del Maple respondió con aranceles del 25% a su vecino país y el País del Águila se mantuvo leal a su soberanía y serena…
Hoy lunes detallará México su estrategia, que por vez primera en su historia lo aleja de la hegemonía estadunidense de otros tiempos y rediseñará los puntos finos de su relación con Estados Unidos: Se esperan aranceles por aranceles, reforzamiento de la seguridad nacional y suspensión temporal de la cooperación militar.
Mientras tanto, el mundo observa con estupor:
El periódico londinense, The Times, que marca el paso a la Gran Prensa mundial, incluida la de México -como El Universal, Reforma y El Diario de Yucatán, entre los que festinan el momento geopolítico, al contrario de La Jornada, que exige respeto- informó ayer que: “Trump impone aranceles y renueva llamado a que Canadá sea el estado 51”.
También señala en sus encabezados que México y Canadá amenazan con aranceles de represalia y China descarta las drogas como pretexto, y subraya el vocero del poder económico global:
“El presidente Trump siguió con sus aranceles draconianos al insistir en su exigencia de que Canadá abandone su soberanía y se convierta en un estado estadunidense. En una publicación en su sitio Truth Social, Trump sugirió que el objetivo final de los aranceles fronterizos del 25% que impuso tanto a Canadá como a México era que…
En las páginas de The Times, sin embargo, el articulista David Smith considera que “los aranceles de Trump podrían arruinar el comercio mundial tanto como lo hizo el Covid”.
The New York Times, en un análisis dice que “Trump prefiere la fuerza bruta en sus tratos con aliados y enemigos extranjeros por igual” y subraya que su instrumento favorito no es la fuerza militar, sino la coerción económica con sus aranceles.
El País, fiel a los dictados del poder económico global, admite que “Trump pone un muro a la integración económica de Norteamérica” y que su golpe arancelario, “amenaza con hundir en la recesión a México”.
Nada más falso que eso, decimos nosotros aquí en COSA DE PRENSA, porque el pánico y la misoginia trumpista llegan en el mejor momento de México en toda su historia posthispanica, cuando no solo ha resurgido el inusitado poder femenino mexicano, sino también al espíritu libre latinoamericanista.
Un opinócrata en ese mismo libelo, como Gerardo Esquivel, reconoce que “los grandes ganadores serán China y otros países asiáticos”, pero atiza el miedo “porque “la medida hará perder competitividad a la región americana con respecto al resto del mundo y sus habitantes lo padecerán de distintas formas”.
El Universal utilizó el 70% de su primera plana a festinar los aranceles de Trump y el “narcogobierno”, igual que Reforma y más insultante con este encabezado: “No necesitamos nada que ellos tengan, dice Trump a Canadá”, aunque no omitió la nota de Texas y Arizona, que ven perjudicial la imposición de aranceles, porque su iniciativa privada considera que atentan contra el tratado comercial trilateral: “Son una amenaza para Texas”, diría su gobernadora.
Mientras Excélsior dice que Sheinbaum rechaza a calumnia de EU, La Jornada proclama que México exige respeto ante el ataque de Trump.
En su comunicado, la Casa Blanca aventuró un dato malévolo: “Justificó la decisión asegurando que los aranceles se mantendrán hasta que ambos países colaboren en seguridad fronteriza y el combate al narcotráfico”.
Antes, en su primera reacción al anuncio de la Casa Blanca sobre los aranceles, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al Gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio.
LA COSA ES QUE…
La mesa de diálogo entre México y Estados que propone la presidenta Sheinbaum a su homólogo estadunidense Donald Trump, debe contemplar la inmediata suspensión de la cooperación militar que en el pasado inmediato, en 2007 con George Bush y Felipe Calderón, resultará desastrosa para México con el Plan Mérida, que generara en México una feroz violencia y enormes beneficios al vecino país del norte.
México debe impedir que el Comando Norte de Estados Unidos (NORTHCOM) opere en México, al través de su Mesa Redonda de Cooperación Bilateral Militar, mientras no haya respuesta del Presidente Trump a la propuesta del Gobierno de México y, también, reforzar militarmente sus fronteras, sus costas y sus aduanas, para proteger su integridad territorial.
Es la Hora de México
Qué tal.