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La política pone dura prueba a la ciencia
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Advierten a Sheinbaum Golpe de Estado
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Es más inteligente no confiarse de nadie
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En 65-68-92, EEUU golpeó a 10 países
Javier Rodríguez Lozano
CiUDAD DE MÉXICO, viernes 1 noviembre 2024.- Investíguelo Usted como pueda, pero el sistema político mexicano siempre le ha puesto piedras en el camino a los nuevos presidentes de la República; hoy no será la excepción, siempre habrá malos mexicanos que prueben a los nuevos presidentes.
Así fue con el primer ladrón electoral en 1929 (Pascual Ortiz Rubio) que robara las elecciones a José Vasconcelos; así fue con Emilio Portes Gil, que sustituyera a un Obregón que ignorara la no reelección; hasta un Ávila Camacho, que a diferencia de Porfirio Díaz frente a William Taff en 1909, aceptara la exigencia washingtoniana de declarar la guerra a los países del eje – Alemania, Japón, Italia- pero ya no fue así con Andrés Manuel López Obrador, ni será así con Claudia Sheinbaum, a quien ya le tejen un golpe de Estado, pero se habrán de encontrar con una naranja que nunca será pelada.
Desde 1965 y hasta 1992, en que Estados Unidos de América del Norte golpeara a por lo menos una decena de Estados latinoamericanos, para imponer su supremacía, oír la misma advertencia para México en este 2024, pareciera ociosidad, pero no lo es; no es una broma.
Por vez primera en la historia de México, y quizás también del mundo, la ciencia quiere demostrarle a la política, que es mejor para hacer efectivo el principal canon de la Universidad Universal y de todos los partidos políticos del mundo a partir de la Revolución Francesa de 1789: “Hacer felices al mayor número de personas”.
Esto es:
“Cualquier semejanza con la realidad es mera coincidencia”, dicen los clásicos de las letras, porque en aquellos años 60s, este servidor se iniciaba en el nunca comprendido, pero siempre necesario, arte de quitarle la ropa a las incoherencias de las injusticias, desde “La Guerra Fría” del 68, con gobiernos de GDO y LEA entregados a la traición, y hasta la desnaturalizada y angustiada ultraderecha de Claudio X. González Jr de hoy, que se ha olvidado por su desmemoria, que el fusilamiento del Cerro de las Campanas de 1867 los ha sepultado para siempre en México: La ultraderecha no tienen futuro.
Este jueves 31, en La Mañanera, Vicente Serrano, un buen periodista atípico, porque no viene de las clásicas redacciones del periodismo mexicano que nunca pasará de moda, pero al fin periodista, puso los puntos a las íes. Lo detallaremos más adelante, pero él abrió el tema.
Esto lo decimos nosotros: Desde Paraguay y Guatemala, hasta “La Operación Litemo” del México 68 y la Operación Cóndor de 1992, EEUU siempre instigó los conflictos de América Latina; como hoy, en este 2024, en Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, y todo el país; ¿será una broma el anunciado golpe de Estado de la ultraderecha mexicana? Nosotros creemos que no.
Rosa Icela Rodríguez, nuestra compañera reportera en La Jornada y amiga de aquellos años, nunca cubrió la fuente policiaca, pero tampoco, nunca fue tonta; siempre supo “de qué lado mascaba la iguana”, como su periódico, que después de las traiciones del poder a Excélsior en 1976, siempre supo que “los amigos nos son para siempre”.
Y ahora, nadie como ella, Rosa Icela, para saber qué hay en “los sótanos del poder” y en “las cañerías de la ignominia”, desde Gustavo Díaz Ordaz y hasta Enrique Peña Nieto, lo mismo que Fox y Calderón, los presidentes más abominables de todas las historias, porque siempre estuvieron pagados por el Departamento del Tesoro, via la CIA, para traicionar a su pueblo.
Otro que sabe lo que pasa y que hará que el sexenio 2024-2030 sea el más grande del tercer milenio, es Omar García Harfuch, el nieto de “mi general”.
Otra vez, tendríamos que bucear en las pantanosas aguas del sistema político mexicano, que en un devenir social constituyente de 1917 desembocara en los crímenes de 2006-2012-2018, hasta que Quetzalcóatl hiciera justicia a los Caballeros Águila, que somos todos los mexicanos desde entonces y en que llegara la Cuarta Transformación.
Párrafos arriba los dijimos: por primera vez en la historia de México, la ciencia se enfrenta a la política, y ésta última toma la iniciativa para intentar arrodillar a aquélla, que derrocha corazón y en algunos casos, pasión ovárica, pero le falta temple y testosterona (sin ofender, claro) para las cosas políticas y difíciles del mundo moderno; algo que siempre fue tarea de los hombres, como Juárez, Cárdenas y López Obrador.
(No, de ninguna manera somos machistas. Quien esto escribe ha perdido lo mejor de su vida, que es todo, una familia, en manos de una mala mujer. Pero eso no quiere decir que hayamos de vivir arrodillados toda la vida.
(Desde que nacimos reconocimos la indisputable superioridad de la mujer, por hacer cosas que nunca haríamos los hombres, por ejemplo, enseñarnos a vivir, no dejarnos de nadie, y la mejor de todas: Llevarnos al paraíso en vida, cuyo camino nosotros siempre les enseñamos primero.
(El problema es que después invitaban a sus “amigos” -o amantes- a acompañarlas en un viaje que no era su “pendo”. Esa era la diferencia entre un hombre y una mujer: Su capacidad de decidir, cuentas de una cadena de pérdidas que forman la vida. Porque, la vida es así, pero está bien, mientras el oxígeno no falte).
El periodista Serrano preguntó este jueves 30:
– Buenos días, Presidenta, me da mucho gusto saludarla.
Si me permite plantear esto que ocurrió ayer y que parece aberrante a todas luces, que un peón, si me permite esa expresión, del junior tóxico en radio nacional haya hablado abiertamente ya de un Golpe de Estado. Entre los “uh”, “ah”, y qué interesante de la entrevistadora, José Ramón Cossío, el exministro, habla de la hipotética posibilidad de hasta destituirla.
Y entendiendo lo que ha pasado en Brasil, lo que está pasando en Colombia, permítanme pedirle su opinión y el mensaje para “el Tigre”. Creo que —recordando lo que en algún momento me dijo el expresidente Andrés Manuel López Obrador, de que “la oposición no se estaba portando tan mal”—, creo que esta oposición ya ha rebasado un límite y también los medios de comunicación, que permiten decir cualquier cosa en sus radios o en sus televisoras.
Para iniciar, Presidenta, por favor.
-Sheinbaum: Si, Raúl, ¿por qué no pláticas sobre lo que se votó ayer en la Cámara de Diputados y que se había votado en la Cámara de Senadores, para que todas y todos comprendan de qué se trata? porque parece que es algo fuera de lo común, que es algo terrible. Entonces, para que un abogado reconocido nos pueda explicar a todas y a todos.
-Adelante, Raúl-.
-Raúl Armando Jiménez Vázquez, consejero adjunto del Ejecutivo Federal: Con mucho gusto. Con su venia señora Presidenta. Un honor. Buenos días a todos, todas, quienes están presentes en esta Mañanera.
Habría que decir muy rápidamente que el tema tiene que ver con una cuestión que está causando mucha confusión, mucho ruido mediático, y se presta a distorsiones de carácter ideológico. Y esta noción fundamental del Derecho constitucional se llama “supremacía constitucional”.
¿Qué es la supremacía constitucional?
Habrá que decir, en palabras llanas, que es una categoría jurídica de carácter superior que tiene carta de naturalización, que tiene hondas raíces en la teoría, en la doctrina jurídica, en la interpretación judicial y en nuestro artículo 133 constitucional.
¿Qué quiere decir “supremacía constitucional”?
Quiere decir que la Constitución, la Carta Magna, es el texto fundante del orden jurídico mexicano, federal, estatal y municipal. La Constitución tiene supremacía porque justamente impera absolutamente y está por encima de todas las disposiciones constitutivas de la pirámide normativa del Derecho nacional.
Ahora bien, la Constitución no puede ser una Carta Magna inerte, impávida, absolutamente desertora de los procesos constitutivos de la dinámica social. Tiene que seguir esa dinámica social, es decir, debe admitir la posibilidad de reformas o adiciones que permitan hacer el ejercicio de adecuación, alineamiento, con los procesos sociales y, sobre todo, con las demandas imperativas de las mayorías populares del país.
Y esta idea de que “la Constitución tiene supremacía, pero que debe admitir un mecanismo de reformas o adiciones”, fue sabiamente prevista por el histórico, el grandioso, el maravilloso Constituyente de Querétaro de 1917. Y a este respecto, nos dejó el instrumento y el procedimiento para llevar a cabo esa adecuación del texto constitucional a los cambios sociales, a los imperativos que demandan fundamentalmente las mayorías populares de nuestro país.
Y así fue como en el artículo 135 de nuestra Carta Magna, que no ha sufrido modificación alguna desde su promulgación el 5 de febrero de 1917, se consagran el órgano y el procedimiento para llevar a cabo reformas o adiciones a la Carta Magna.
El órgano, bien lo sabemos, es el llamado Constituyente Permanente, es decir, el Poder reformador de la Constitución; y el procedimiento previsto ahí mismo, en el artículo de referencia 135, es el procedimiento complejo que vincula, que conecta y articula al Congreso de la Unión, a través de mayorías calificadas y a las legislaturas de los estados mediante la conjugación de la mayoría simple.
Ya una vez que las reformas o adiciones se han producido y se ha hecho su publicación oficial, a través del Diario Oficial de la Federación, estas pasan a formar parte íntegra, inescindible, inseparable, del texto constitucional.
Y eso, justamente ha ocurrido, y está ocurriendo, con las reformas constitucionales promovidas por el gobierno de nuestra Cuarta Transformación.
Y eso, sin duda alguna, va a ocurrir con la reforma trascendental a los artículos 105 y 107 constitucional. Cuando ello ocurra, que será en un breve lapso en virtud de que el Poder reformador de la Constitución esté en la etapa final, es decir, en la aprobación por la mayoría de las legislaturas estatales, habrá de ocurrir en las próximas horas, cuando ello suceda y se publique el decreto de reformas en Diario Oficial, esas reformas y adiciones 105 y 107 constitucionales serán parte inseparable de la Constitución, serán texto constitucional, figurarán como normas interactivas y de cumplimiento absoluta y definitivamente imparable.
Y en razón de ello, justamente es que, a través del Poder reformador de la Constitución, se elevó a rango constitucional el impedimento para someter a revisión judicial las reformas o adiciones, en general y en particular, las que nos ocupan en esta parte del proceso histórico de nuestro país.
Y fue así como en el artículo 107 constitucional se establece que el Juicio de Amparo es improcedente contra reformas o adiciones a la Constitución.
Esto no es ninguna novedad, todo lo contrario, ya está previsto en la Ley de Amparo vigente, a partir del año 2013.
Artículo 61 fracción primera. No admite interpretación en contrario, a la letra, literalmente ahí se establece con sentido imperativo y categórico que “el Juicio de Amparo es improcedente contra reformas o adiciones a la Constitución”.
Lo que se hace ahora es simplemente visibilizar en la norma constitucional lo que ya existe como criterio legislativo e interpretación incluso por el propio Tribunal supremo de nuestro país.
Cito rápidamente, para concluir, una contradicción importantísima que está siendo hoy en día obviada, omitida, quisiera pensar, imprudencialmente y no dolosamente por los ministros de la mayoría de la Corte.
La contradicción de tesis 105/2021 de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dice categóricamente, leo: “El Poder Reformador, sus actos no se encuentran sujetos a ninguno de los mecanismos de control jurisdiccional previstos en la Constitución General o en alguna otra ley secundaria”.
Lo que hace esta reforma es elevar a rango constitucional, reconocer en la Carta Magna lo que ya existe como realidad jurídica y como obligación a seguir por parte de los Tribunales.
Y lo dispuesto en el 107 se replica, se traslada, se homologa al 105 en relación a las controversias y acciones de inconstitucionalidad.
El principio que aplica a estos medios el Derecho Procesal Constitucional es exactamente el mismo e igualmente válido.
Los actos del Poder Reformador son actos soberanos y, como lo ha dicho la propia Corte, en esta jurisprudencia por contradicción de Tesis de 2021: no son susceptibles de impugnación alguna.
Es cuanto, señora, Presidenta.
– Presidenta, lamento la descortesía, me presento: Vicente Serrano, conductor de Sin Censura Tv, para que luego no vayan a decir que uno tira la piedra y esconde la mano.
Su opinión acerca de esto que dijo José Ramón Cossío en el programa de Azucena Uresti, en Radio Fórmula, porque dice, habla de que si los ministros —que ya presentaron su renuncia, además, ocho— deciden que usted o echen atrás la reforma judicial, y usted es considerada en desacato, sin necesidad de quitarle el fuero podrían destituirla.
Y nada más hago referencia a lo que ha pasado hacia el sur, Presidenta, porque el estratega de la victoria de Bolsonaro, en algún foro ya estuvo reunido con Cossío, bajo la sombrilla de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, y pues sería muy inocente no entender las relaciones conservadoras, Presidenta.
-Sheinbaum: Si, primero, han estado, la oposición, planteando este tema de la supremacía constitucional como si fuera algo novedoso o fuera algo malo. Todos los que estudiamos, aunque no hayamos estudiado Derecho, sabemos que la Constitución es la ley máxima, la que establece a partir de ahí todas las normas secundarias.
Entonces, ayer me puse, ahora sí que a googlear, “supremacía constitucional”. Lo dice la propia Corte en un montón de documentos, lo dice la Facultad de Derecho en un montón de documentos, los invito a que hagan lo mismo, porque el propio artículo 133 de la Constitución lo establece, esta es la ley máxima.
“Esta Constitución, las leyes del Congreso de la Unión que emanen de ella y todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el Presidente de la República —hay que modificarlo porque debe de decir “Presidenta” también; el Presidente o la Presidenta de la República—, con aprobación del Senado, serán la ley suprema de toda la Unión —Lo dice la Constitución—. Los jueces de cada entidad federativa se arreglarán a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar de las disposiciones en contrario que pueda haber en las Constituciones o leyes de las entidades federativas”.
O sea, parece como que es una ofensa “supremacía constitucional”. ¿Cuál novedad hay en eso? ¿Sí es la ley máxima? Sí. ¿Es la Carta Magna? Sí. ¿Cómo se modifica la Carta Magna? Con el 135.
Entonces, no se está violando, no se está… Es republicano lo que estamos haciendo, está dentro de la Constitución, forma parte de nuestro Estado de Derecho.
Eso es lo primero, porque ahora parece, incluso lo comillan, “la supremacía constitucional”.
Lo segundo.
Ayer me enteré, por la participación de la ministra Sánchez Cordero en el Congreso —por cierto la felicito, una excelente participación— que este punto, el 61, artículo 61 de la Ley de Amparo, numeral 1, que ahora formará parte de la Constitución, lo incorporó el PRIAN en el 2013 a la Ley de Amparo. O sea, es una modificación de ellos mismos con la que ahora están en contra.
Entonces, en el 2013 era válida porque era la reforma energética que privatizaba Pemex y CFE, que le quitaba a las mexicanas y a los mexicanos sus empresas públicas, pero ahora no, cuando se trata de que el pueblo elija a jueces, magistrados y ministros. Entonces, ¿cómo? Segundo punto.
Entonces, sencillamente lo que ellos incorporaron a la Ley de Amparo hoy será parte de la Constitución.
Número tres. Nos están provocando, ¿en qué sentido?, “quieren que la Presidenta haga, los lleve a juicio político a los ministros, a las ministras”, algo así. No lo vamos a hacer, por más que estén violando ellos la Constitución, porque es lo que ellos quieren.
Todavía, pienso yo, fíjense qué bien pensada soy, que hay ministros y ministras dentro de esos ocho que van a recordar sus clases, su historia y cómo van a pasar a la historia; porque ellos y ellas saben que están tomando una decisión política, no jurídica, en contra del pueblo de México y a favor de ciertos grupos de interés y de sus propios intereses.
Entonces, vamos a esperar, primero, a que se reforme la Constitución —en este marco de algo que ellos propusieron en el 2013, fíjense la contradicción, está lleno de contradicciones su posición— y después, vamos a esperar a ver qué decide la Corte. Y una vez que tome la decisión la Corte, ya nosotros podremos decidir o hacer un planteamiento, pero no nos adelantemos.
Ahora, el ministro que mencionas, ayer el ministro González Alcántara Carrancá, de verdad, o sea, diciendo que cuánto se gastaba en Palacio Nacional para… Yo, para empezar, todavía no vivo en Palacio Nacional, les informo.
Y segundo, el Palacio Nacional tiene su propio presupuesto para conservar esto, que es un monumento histórico de todas y todos los mexicanos. Mal haríamos en no destinar ni un presupuesto para la conservación de este inmueble tan importante para todas y para todos. los gastos que tendré como persona con mi esposo en este lugar, pues van a ser parte de los gastos personales que se cubrirán con el salario que tenga como Presidenta de la República.
Pero ya llegan al límite de hablar de golpe de Estado, de que me van a destituir. O sea, tranquilos, calma -por ahí hay una foto del Popocatépetl de hace como dos semanas, a ver si la ponen. Nos mandó un mensaje el Popo-.
Vamos a esperar. Y a toda la ciudadanía: todos somos responsables de conocer la Constitución, no es solo para expertos, no es solo para constitucionalistas, para abogados, es lo que nos rige como mexicanas y mexicanos. Y habrá artículos que a lo mejor son más complejos de entender, pero hay algunos que son claros, absolutamente claros.
Entonces, ¿qué le diría a los comentócratas? Bueno, ya dijeron que “vamos a modificar la Constitución para que se acepte la tortura”, de verdad, es que… Claro, si ellos tuvieran mayoría para modificar la Constitución, como fue durante todo el periodo neoliberal, entonces no pasa nada, pero ahora que se regresa al pueblo…
-Ahí está, mira-.
Calma, tranquilos, amor y paz. Vamos a esperar a que resuelva la Corte. Y apelo a las ministras y a los ministros a que recuerden sus clases, a que…
LA COSA ES QUE…
La advertencia del periodista Serano no es una broma, lo detallaremos microscópicamente el próximo lunes, aquí mismo, en COSA DE PRENSA; cómo Sinaloa, Guanajuato, Guerrero, Morelos, Zacatecas y Aguascalientes, y hasta el barrio de Tepito y la colonia Morelos, están en manos de la Maña, que financia a cárteles como el jalisciense y ongs, para que las cosas en México nunca alcancen la paz; esa es la razón de todo lo que duele a México, a ver a qué hora le ponemos el cascabel al gato. Inviten.
Lo ideal siempre será no confiar en nadie.
Qué tal.