COSA DE PRENSA / El Robo

 

  • EEUU debe devolver tierra mexicana

  • Sheimbaum exigirá nuestro territorio

  • China y Rusia respaldan la exigencia

  • México para los mexicanos: Legado

 

 

Javier Rodríguez Lozano

 

CIUDAD DE MÉXICO, lunes 26 agosto 2024.- Si Andrés Manuel López Obrador sorprendió a México y al mundo, particularmente a Estados Unidos, con su combate a la corrupción que humilló al poder económico global, Claudia Sheinbaum Pardo sorprenderá mucho más cuando, con el apoyo de China y Rusia, exija la devolución de los territorios robados en 1836 y 1848.

 

El México independiente ha tenido 55 presidentes de la República, sin contar los imperios de Iturbide en 1823 y Maximiliano en 1867, de los cuales no todos hicieron historia, aunque figuen en ella; y Estados Unidos 46, desde 1789 con George Washington hasta Joe Biden de hoy; todos, adversos a México.

 

Tan pronto se vio libre de la corona española, en 1826 Inglaterra le solicitó a México un tratado comercial que incluía, “detener la expansión de Estados Unidos”, e incluso, mediaría ante Francia en la Guerra de los Pasteles en 1836, 1839 y 1848, cuando nos robaron más de la mitad del territorio mexicano.

 

Y de aquella primera intervención, hasta las seis siguientes: 2) Contra España, entre 1821 y 1854; 3) con Francia, en 1827 y 1831, por tratados comerciales que el Congreso mexicano no aprobara; 4) Frente a Estados Unidos que, en 1836 con Texas y 1848 con Nuevo México y el resto de nuestras tierras, el vecino país del norte se erigía como el mayor ladrón contra México y los mexicanos.

 

5) Guerra México-Estados Unidos. Entre 1842 y 1848 el vecino del norte, a través de su presidente James Polk, perpetró contra México el mayor atraco territorial de la historia, al robársenos Nuevo México y la Alta California.

 

Y 6) La segunda intervención francesa en 1861, con Inglaterra y España, cuando la Reforma exaltara al mexicanismo, pero al mismo tiempo lo empobreciera, y Juárez tuviera que suspender el pago de la deuda externa; negociaría con anglos e hispanos y se enfrentaría a los franceses, quien luego de regar su descendencia por el Occidente (que explica la tez blanca y los ojos claros, desde Michoacán y hasta Sonora) muchos se regresarían al Sena para pelear contra Prusia, donde Napoleón III  sería derrotado en 1871.

 

En solo seis párrafos sintetizamos más de dos siglos de oprobio, humillación y explotación de los países más poderosos de Occidente contra México, pero hoy las condiciones han cambiado y los escenarios son muy diferentes.

 

 

Desde el inicio del México independiente en 1821, entre sus 55 presidentes y los 46 de Estados Unidos, desde George Washington en 1789 -cuando estallara la Revolución Francesa- hasta Joe Biden en 2024, y Guadalupe Victoria en 1821 y hasta Andrés Manuel López Obrador en nuestros días, nunca existió una relación bilateral de buena vecindad.

 

Y la gota del vaso la vino a derramar el gobierno más torpe que haya existido en Estados Unidos, el de Joe Biden, que no solo ha pretendido trapear su vilipendiado pseudo liderazgo global con México, sino que ha puesto al mundo al borde de la tercera guerra mundial, y con ello en riesgo a la humanidad entera.

 

Pero los tiempos washingtonianos y victorianos ya no son los mismos.

 

A una treintena de  días de que termine el sexenio de AMLO, la honestidad histórica habrá de reconocer su legado, muy probablemente, insuficientemente escrito, aunque perdure la deshonestidad de aquellos que con sus dichos y hechos hayan sido los peores enemigos de México, cuya vena nació con él en 1519, a la llegada de los conquistadores; lo que sigue será todavía mucho más espectacular e inédito.

 

Por las vías diplomáticas correspondientes, los gobiernos de Xi Jinping y Vladimir Putin, han hecho llegar a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, su simpatía a la cruzada nacional que iniciará con el primer día de su mandato, de reclamar a Estados Unidos los territorios que le fuera arrebatados por la fuerza en 1836 y 1848..

 

La nada discreta llegada de submarinos nucleares y barcos de guerra rusos al Caribe, a Cuba y Venezuela, no solo es una advertencia a Estados Unidos, que ya no podrá invadir, como hiciera con las naciones Latinoamericanas cuando no se alineaban a sus intereses, sino un mensaje de apoyo a México, que está más incómodo que nunca con el poder económico global, hoy en´crisis.

 

En este contexto se explica la respuesta del Gobierno Mexicano a los embustes del embajador de Estados Unidos en México, el cowboy Ken Salazar, quien se ha erigido en portavoz no solo del gobierno estadunidense, sino de todo el poder económico global, que no tolera que un país como México los humille con la reforma al corrompido Poder Judicial de la Federación, a través del cual gobernaban y bocabajeaban a los mexicanos.

 

Diría López Obrador:

 

“Se hizo nota diplomática y un extrañamiento y yo sostengo lo que dio a conocer la SRE de que no aceptamos injerencias, de ningún representante de gobiernos extranjeros que intervengan en asuntos que sólo le corresponde a los mexicanos”.

 

Añadiría:

 

“Sin embargo últimamente, ha habido actos de falta de respeto a nuestra soberanía cómo está declaración desafortunada, imprudente del embajador Ken Salazar de ayer”.

 

El cowboy pseudo diplomático estadunidense había dicho:

 

“Creo que el debate sobre la elección directa de jueces en estos tiempos, así como la política feroz si se llegaran a aprobar las elecciones de jueces en 2025 y 2027, amenazan la histórica relación comercial que hemos construido, la cual depende de la confianza de los inversionistas en el marco legal de México”.

 

En COSA DE PRENSA lo hemos dicho reiteradamente en los últimos seis años, Donald Trump, bocón, mal educado, patán y todo, ha sido, y será, el presidente de Estados Unidos mejor amigo de México, en especial, de Andrés Manuel López Obrador, no solo por sus “muy personales estilos de gobernar”, sino por las semejanzas que los unen en su lucha mortal contra el poder económico global.

 

Al denostar las declaraciones del nada diplomático y ranchero Salazar, AMLO recordó -como lo hacemos nosotros ahora- el injerencismo estadunidense a través de los años:

 

“Parece increíble, pero nos entendimos con el presidente Trump después de tener un discurso beligerante en compaña contra los migrantes, fue muy respetuoso, hasta formamos un tratado comercial y no nos ofendió en el tiempo que estuvo como presiente fueron buenas las relaciones”.

 

El cowboy embajador Ken ignora, porque es un ignorante, que una suspensión comercial de Estados Unidos y Canadá les afectaría más a ellos que a nosotros; porque entonces tendrían que comprar a fuerza a China y no quieren eso.

 

Y la nueva Ruta de la Seda que ya pavimentan Xi y Vladimir, cruzaría México, desde el Estrecho de Bering y hasta el Suchiate.

 

Entonces, ¿a qué juega el torpe gobierno estadunidense?

 

LA COSA ES QUE…

 

Pronto, muy pronto, “antes de que cante el gallo”, el próximo 1 de octubre, los presidentes de China, Xi Jinping; y de Rusia, Vladimir Putin, así como de otros líderes latinoamericanos, harán sentir en el escenario mundial su apoyo a México, en su nueva guerra contra Estados Unidos.

 

Todavía no lo difunden sus biógrafos, pero el legado histórico de Andrés Manuel López Obrador se llama:

 

“México para los mexicanos”.

 

Qué tal…

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