SENADO

 

Reconocen en el Muro de Honor de la Cámara Alta a la Universidad Nacional Autónoma de México

 

  • Destacan senadores contribución de la UNAM para garantizar los derechos sociales

 

CIUDAD DE MÉXICO, viernes 23 agosto 2024.- El Senado de la República reconoció a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), casa de estudios, que es piedra angular en la construcción del México moderno y que ha formado parte de los esfuerzos del Estado mexicano para garantizar los derechos sociales fundamentales, particularmente, el de la educación.

 

En ceremonia solemne, la presidenta de la Mesa Directiva, Ana Lilia Rivera Rivera, acompañada de senadoras, senadores, y de la comunidad universitaria, develaron en el Muro de Honor la leyenda: “Universidad Nacional Autónoma de México. Por mi raza hablará el espíritu”.

 

A nombre de la Cámara de Senadores, la legisladora expresó su felicitación, reconocimiento y gratitud a todos los universitarios, porque cada avance científico, análisis y debate que emerge de sus aulas no sólo enriquece el acervo académico, sino que se convierte en una herramienta poderosa para abordar los desafíos que enfrenta nuestra nación.

 

“Este día es para reconocer la valentía de la UNAM al cuestionar el mundo tal como es, e imaginarlo y crear uno mejor”, expresó.

 

Ana Lilia Rivera señaló que nuestro país se encuentra en un momento en el que las instituciones de todo tipo no cuentan con la confianza de antes, “incluyendo las de educación superior”, sobre todo porque se ha puesto en duda que estudiar sea un vehículo de movilidad social, estabilidad económica o personal.

 

Por ello, destacó, nos toca devolverles a las y los jóvenes de nuestro país esa confianza y tenemos que hacerlo desde ya, porque el planeta se calienta, la desigualdad crece y se caldea en algún lugar del mundo una nueva enfermedad para convertirse en una pandemia.

 

“Recuperar la confianza, la misión y vocación de las instituciones de educación superior no será fácil”, pero hoy aquí en el Senado de la República, dijo, debemos reunir el coraje necesario para hacer que nuestras respectivas instituciones sean lo que nuestro país merece y necesita.

 

Refirió que actualmente, la Universidad Nacional Autónoma de México cuenta con 16 facultades, cinco unidades multidisciplinarias, nueve escuelas nacionales, nueve planteles de la Escuela Nacional Preparatoria; Planteles de Colegios de Ciencias y Humanidades; 35 institutos, 14 centros y 13 programas universitarios.

 

La Máxima Casa de Estudios, precisó, es reconocida en el mundo por su excelencia académica y su contribución a la investigación de vanguardia. Además, es evidente su aporte que, a través de su comunidad, compuesta por directivos, académicos, administrativos y estudiantes han brindado al país a lo largo de su historia.

 

Ricardo Monreal Ávila, presidente de la Junta de Coordinación Política, dijo que la UNAM ha contribuido a la grandeza de México, porque es un semillero de ideas, donde se han gestado una serie de propuestas y movimientos que generaron un impacto fundamental en la nación, al formar a grandes líderes políticos como Claudia Sheinbaum Pardo.

 

En este sentido, Monreal resaltó que la primera mujer presidenta de México, es científica egresada de la Universidad Nacional, por lo que consideró que en su administración habrá “reconciliación en el país, mesura, trabajo y amor”.

 

Se trata de “una mujer inteligente, bien estructurada, formada académicamente y me parece que estamos en un buen momento de consolidación del régimen político que nos propusimos cambiar”.

 

El senador de Morena, Navor Alberto Rojas Mancera, aseguró que los y las legisladoras promoventes de este evento, tienen un firme compromiso no sólo con la UNAM, sino con las instituciones de todo el país, porque la educación es el pilar fundamental sobre el que se construye el progreso de la sociedad.

 

La senadora Beatriz Elena Paredes Rangel, del PRI, expresó que es fundamental encarar juntos los desafíos que enfrenta la comunidad universitaria, como la insuficiencia presupuestal, la excesiva demanda por ampliar la matrícula, el uso de nuevas tecnologías de la enseñanza, la inteligencia artificial o la globalización del conocimiento científico, pero nos alienta que la nueva titular del Ejecutivo Federal sea una auténtica universitaria que la conoce a profundidad. “Esta también es una ceremonia de solidaridad con la UNAM”, dijo.

 

La senadora del PES, Elvia Marcela Mora Arellano, manifestó su orgullo por ser egresada de esta Universidad, porque gracias a su formación, dijo, ahora puedo hacer frente a la responsabilidad de ser presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, “y soy amiga de un gran personaje político” como lo es Beatriz Paredes.

 

Por el PRD, el senador Miguel Ángel Mancera Espinoza destacó que con este evento se reconoce la “grandeza y trascendencia” de la UNAM, en la formación de la conciencia nacional y en la creación de las instituciones democráticas y, al mismo tiempo, confirma que los esfuerzos de esta Universidad están a la altura de nuestros héroes nacionales, que forman parte de la memoria histórica de México.

 

El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas, enfatizó que, desde su creación, en 1910, a unos meses del inicio de la Revolución Mexicana, la Universidad Nacional ha sido una piedra angular en la construcción del México moderno.

 

Desde el rectorado de José Vasconcelos, agregó, esta casa de estudios ha formado parte de los esfuerzos del Estado posrevolucionario para garantizar derechos sociales fundamentales, particularmente, el de la educación.

 

Agregó que la misión de la Universidad, enraizada en los principios de libertad, justicia, trabajo colegiado y democracia ha sido proporcionar una educación pública de excelencia, fomentar la investigación científica y humanística, así como contribuir al desarrollo económico, político, social y cultural de nuestro país.

 

Leonardo Lomelí rindió un homenaje a quienes han dejado una huella imborrable en la historia de la UNAM: Justo Sierra, promotor de su fundación; José Vasconcelos, quien impulsó su expansión; Gustavo Baz, creador del Servicio Social; Alfonso Caso, a quien se le debe la Ley Orgánica.

 

Así como a Antonio Caso, defensor de la libertad de cátedra; Nabor Carrillo, quien lideró a la institución durante una de sus etapas de mayor crecimiento; o Javier Barros Sierra; quien defendió la autonomía en uno de los momentos más críticos de nuestra historia.

 

El rector asentó que la UNAM no sólo es una institución académica, sino que también es un agente activo de cambio social que, históricamente, ante crisis urgentes y profundas, ha demostrado su capacidad de adaptación y resiliencia, con educación crítica, investigación científica, el fomento del diálogo, así como la movilización de recursos y talento al servicio de México.

 

Dijo que una dimensión esencial de esta distinción es la defensa de la autonomía universitaria, un principio fundamental que, desde hace 95 años, garantiza la libertad de cátedra y de investigación, así como la independencia de la universidad frente a cualquier tipo de intervención o interés político, ideológico o económico.

 

La autonomía universitaria, agregó, es su esencia misma, que le permite construir y mantener espacios donde el pensamiento crítico y el debate plural puedan florecer, sin restricciones. “Gracias a ella, la Universidad ha resistido y se ha sobrepuesto a los desafíos estructurales y políticos que ha enfrentado”.

 

En un video que fue transmitido en la ceremonia solemne, se precisó que la UNAM está integrada por 380 mil alumnos, 42 mil académicos y más de 29 mil trabajadores, lo que la convierte en la comunidad de universitarios más grande del país, donde se desarrolla ciencia, tecnología y humanidades.

 

Es una de las instituciones más importantes de América Latina y ofrece más de 133 carreras y 95 planes de estudio de maestría y doctorado. En el 2009 se le distinguió con el premio Príncipe de Asturias.

 

Cabe mencionar que tres mexicanos egresados de esta Universidad han obtenido un premio Nobel: Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz en 1982; Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura en 1990, y José Mario Molina Henríquez, Premio Nobel de Química en 1995.

 

En el encuentro también estuvieron presentes los ex rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Sarukhán Kermez; Juan Ramón de la Fuente; José Ramón Narro Robles; y Enrique Graue Wiechers.

 

Así como Enrique Cabrero Mendoza, presidente de la Junta de Gobierno; Mario Luis Fuentes Alcalá, vicepresidente del Patronato Universitario; Patricia Dolores Dávila Aranda, secretaria general; Dionisio Meade y García de León, presidente del Consejo Directivo de la Fundación UNAM.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *