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Somos lo que creemos: ¿Qué somos”
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La otra guerra es por saber la verdad
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La fábrica de mentiras y de creencias
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El conocimiento un privilegio superior
Javier Rodríguez Lozano
CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 3 julio 2024.- Dícese que “somos lo que creemos”, si esto es así, entonces: Qué somos.
El mundo terrenal que nos asfixia es contundente: “Somos nuestras creencias”.
Y el mundo espiritual que nos da la paz es sólido… Solo para unos cuantos, no para todos, porque no todos vibran lo suficiente como para sentirlo y entenderlo.
En el primero, predomina la mentira, una forma fácil de hacer feliz a muchos; en el segundo, hay que buscar la verdad hasta encontrarla y cuando eso sucede, la mentira ya no es importante.
Ya lo hemos dicho, 58 años en el periodismo no nos facultan para pontificar en favor de lo uno, o de lo otro -la verdad o la mentira- solo nos prepararon para hacer periodismo y “lo uno o lo otro”, lo elije Usted, amable lector.
Por cierto, creemos que esto es el espíritu del libre albedrio.
Además de Rusia en Ucrania e Israel en la Franja de Gaza, como Estados Unidos y los 27 países europeos en Taiwán; y el presidente Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum en los 98 millones de electores, de los cuales solo 30 millones aprueban las creencias de la 4T, hay otra guerra global que a muy pocos inquieta, aunque sí a unos cuantos: La de la mentira contra la verdad.
Por ejemplo, el 1 de diciembre de 2018 el Presidente López Obrador abrió fuego en esa guerra con los misiles de: ”Yo tengo otros datos”, y a unas cuantas semanas de terminar su sexenio ha demostrado que los suyos, eran infinitamente mejores, más sólidos y duros, que los de sus adversarios, amantes de la mentira.
En España, un pelele que asistió a varias reuniones del Club Bilderberg -que año con año palomea a todos los candidatos presidenciales, primeros ministros y futuros monarcas, como a Joe Biden en Estados Unidos en 2019, al hijo del rey Juan Carlos1 de España, Felipe VI y al de la reina Isabel de Inglaterra, Carlos III, Pedro Sánchez, se enfrasca en una guerra contra los medios de comunicación digitales, ojo, no la Gran Prensa del poder económico global, tan solo porque lo traen arrastrando la cobija y “cacheteando el cemento” con sus críticas.
Lo mismo hizo Andrés Manuel López Obrados en México, pero nunca contra el periodismo, sino contra la Gran Prensa, que no es el mismo.
Un dato, nomás para que se mida mejor el agua a las comotes:
En el estado de Aguascalientes, el gobernador Carlos Lozano de la Torre (2012-2016) metió a la cárcel a cinco periodistas incómodos; AMLO tiene decenas de periodistas incómodos y a ninguno ha metido a la cárcel, a pesar de deberle al fisco millonadas de dineros públicos.
Mientras en España, el presidente Pedro Sánchez busca la manera de desquitarse de la prensa digital, obviamente, no alineada, ni a la monarquía de papel de los iberos, ni al engaño de la Gran Prensa global, en China, el presidente Xi Jinping pensó en lo mismo, pero de una manera diferente:
Veamos:
Hace unos días, el 29 de junio, el Poder Legislativo dicho aprobó una ley que exige la información oportuna y veraz durante las emergencias.
Se trata de una enmienda sobre el manejo de emergencias, que exige la divulgación oportuna de información en situaciones de emergencia y una cobertura mediática precisa, objetiva y justa.
Esta ley estipula que China debe establecer un sistema sólido para la divulgación de información sobre emergencias, y que todo el país en sus diferentes instancias que en México llamamos municipales y estatales, “divulguen rápidamente al público información, decisiones, órdenes y medidas relacionadas con las emergencias”.
Advierte esta legislación que: “En caso de que se publique información falsa o incompleta, se debe divulgar rápidamente información precisa para aclarar la situación”.
También se establece un sistema para la cobertura de noticias y apoya a los medios de comunicación en la realización de entrevistas, reportajes y supervisión pública, bajo las bases de ser oportuna, precisa, objetiva y justa.
Igual, los funcionarios tienen prohibido retrasar, mentir, ocultar u omitir informes, o instruir a otros para que lo hagan.
Precisa que, los gobiernos locales a nivel de condado o superior, pueden firmar acuerdos con empresas calificadas para producir y suministrar materiales de rescate de emergencia de acuerdo con la ley, y destaca la participación de sectores de la sociedad en el trabajo de respuesta a emergencias.
Del mismo modo, sugiere establecer un sistema de consulta de expertos sobre emergencias, apoya y orienta la participación de fuerzas sociales como la Cruz Roja, organizaciones caritativas, organizaciones de servicio voluntario y voluntarios en la respuesta a emergencias.
También alienta a las personas, entidades jurídicas y otras organizaciones a reservar materiales básicos de auto rescate de emergencia y bienes esenciales, y requiere que las organizaciones de base como los comités de aldea organicen inmediatamente a las masas para llevar a cabo el auto rescate y la ayuda mutua en situaciones de emergencia.
La prensa china oficial recordó que la actual ley que rige los protocolos de respuesta a emergencias fue promulgada en 2007 y ha desempeñado un papel vital en la prevención y reducción de emergencias y su impacto.
Ha contribuido a proteger la seguridad de las vidas y propiedades de las personas, mantener la seguridad nacional, la seguridad pública, la seguridad del medio ambiente ecológico y el orden social.
La ley revisada, que entrará en vigor a partir del 1 de noviembre, fue aprobada por el Comité Permanente de la XIV Asamblea Popular Nacional.
LA COSA ES QUE…
Son pocas las sociedades que están determinadas a librar esta guerra, la de la verdad contra la mentira; donde el “elefante” construido a través de los milenios y centurias en favor de la oscuridad, es demasiado grande.
La diferencia está en lo que el mundo espiritual identifica como una y otras dimensiones: La transición de los menos es hacia la quinta, donde el común denominador es la conciencia, es la verdad, y todo lo demás, como decía el Hijo del Hombre: ”Está contra mí”.
Qué tal.