CÁMARA DE DIPUTADOS

 

Necesaria, la paridad e igualdad en cada uno de los cargos para tener un mundo justo y sustentable: Guerra Castillo

•    La participación de las mujeres en puestos de liderazgo y toma de decisión, no es una concesión, es un derecho, afirma

•    Se trata también de qué se hace con esos cargos para eliminar la discriminación y garantizar la igualdad de oportunidades

•    Ello, durante su participación en la Primera Reunión de Mujeres Parlamentarias del P20 realizada en Marceió, Brasil

CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 3 julio 2024.- La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, sostuvo que para tener un mundo justo y sustentable es necesaria la paridad e igualdad en cada uno de los cargos, especialmente en los de representación popular en las cámaras y, por supuesto, de igualdad vertical y horizontal para un mundo mejor para las mujeres y las niñas.

Durante la 1ra. Reunión de Mujeres Parlamentarias del P20 realizada en Marceió, Brasil, la legisladora resaltó que la paridad y la participación política de las mujeres en la vida pública del país no es solo conquistar cargos; se trata también de qué se hace con esos cargos para eliminar la discriminación y garantizar la igualdad de oportunidades.

En su intervención en la segunda sesión “Mujeres en el Poder: ampliando la representatividad femenina en espacios de decisión”, la diputada Guerra Castillo dijo que “la paridad y la igualdad, para que sean consistentes, deben de ser dimensionadas como una garantía constitucional que reforme la estructura del Estado”.

La legisladora reconoció que aún se enfrentan barreras que deben ser derribadas, como las violencias, los feminicidios, la brecha salarial, la construcción de políticas públicas sin perspectiva de género y la carencia de espacios seguros e igualitarios. Pero la lucha continúa. “No podemos claudicar, porque la igualdad transversal significa: las mujeres empoderadas, siempre y las mujeres empoderadas, en todo lugar”.

Guerra Castillo refirió que, en el caso de México, en la Cámara de Diputados se tiene paridad, así como en el Senado de la República. Además, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el Instituto Nacional Electoral, el Banco de México y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, son presididos por una mujer. De las 32 entidades federativas, 13 son gobernados por mujeres. Asimismo, en el Poder Ejecutivo se cuenta con un gabinete paritario. México eligió por primera vez en su historia a una mujer como presidenta de la República.

Recordó que con una serie de reformas se ha logrado la paridad constitucional, lo que cambió la forma de cómo contrarrestar la violencia política contra las mujeres, porque “hay un rechazo, hay una resistencia a compartir el poder”; ante mayor participación de la mujer en la vida pública ha aumentado también la violencia, por lo que han sido necesarias reformas de violencia política contra las mujeres en razón de género.

Las legisladoras, comentó, en conjunto con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, han diseñado un procedimiento especial sancionador para resolver denuncias de violencia política por razón de género contra las mujeres. Las sanciones son severas al contemplar la pérdida del registro de la candidatura del agresor y de su inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género.

En la segunda sesión de la 1ra. Reunión de Mujeres Parlamentarias del P20, las representantes de diversos parlamentos debatieron sobre las buenas prácticas nacionales e internacionales para garantizar la paridad de género y combatir los obstáculos en su participación.

En este encuentro se analizaron la política de cuotas para ampliar la representación de las mujeres en los parlamentos y sus resultados, las experiencias en el combate a la violencia política por razones de género y la política de cuidados y sus buenas prácticas.

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Ciudad de México, a 2 de julio de 2024


DIPUTADA MARCELA GUERRA CASTILLO 

Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados 

Intervención durante la 1ra Reunión de Mujeres Parlamentarias del P20 en la Segunda Sesión: “Mujeres en el Poder: ampliando la representatividad femenina en espacios de decisión”.

Saludo con mucho aprecio a la senadora Dorinha Seabra, presidenta en esta ocasión de la Mesa; y, por supuesto, a la diputada Soraya Santos, procuradora de la mujer en la Cámara de Diputados, y a todas las compañeras diputadas y senadoras de Brasil y de cada rincón de Brasil. Gracias por su atención.

Por supuesto, también a la diputada Benedita Da Silva, jefa de (inaudible) un saludo para ella.

Y por supuesto también desde aquí saludamos a nuestro gran anfitrión Arturo Lira, presidente de este evento.

Amigas todas:

Reflexionemos el día de hoy sobre el tema que hoy nos convoca, que es “Construyendo un mundo justo y sustentable”, y llevemos esto que estamos debatiendo al interior de nuestras cámaras de nuestros parlamentos para que esto se lleve a cabo.

¿Y qué quiero decir con esto? Veamos las estadísticas y los números históricos de cómo nuestros parlamentos están construidos entre hombres y mujeres, porque para tener un mundo justo y sustentable necesitamos paridad e igualdad. Paridad en cada uno de los cargos que tenemos, especialmente en los cargos de representación popular, en las cámaras y, por supuesto, de igualdad vertical y horizontal para tener un mundo mejor para las mujeres y las niñas.

Me voy a permitir exponer el caso mexicano. En México somos una república democrática y representativa, también somos laicos, somos federales y está dividido en tres poderes de la Unión: el Legislativo, el Ejecutivo y Judicial, como muchos de los países aquí presentes del G20.

El Poder Legislativo es bicamaral integrado de manera paritaria. En la Cámara de Diputados tenemos 500 espacios, de los cuales están en paridad, son 250 que corresponden a mujeres y 250 a hombres. Nos hemos autonombrado la “Legislatura de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad”.

El Senado de la República está integrado por 128 senadoras y senadores, de los cuales el 50 por ciento también son mujeres.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el máximo órgano deimpartición de justicia y lo preside una mujer.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es el órganoresponsable de emitir sentencias y resolver controversias en materia electoral, también lo preside una mujer.

Por otro lado, el Instituto Nacional Electoral es el órgano autónomo encargado de organizar los procesos electorales del país, lo preside una mujer.

El Banco de México es el órgano autónomo que conduce la políticamonetaria, lo preside como gobernadora una mujer.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que es organismo autónomo que se encarga de proteger, vigilar, promover y divulgar los derechos humanos de todas las personas, también lo preside una mujer.

De las 32 entidades federativas o estados que conforman nuestra República, 13 de ellos son gobernados por mujeres.

En el Poder Ejecutivo, contamos con el gabinete paritario, (inaudible) Gobernación, Seguridad y Protección Ciudadana, Cultura, Economía, Medio Ambiente, Recursos Naturales (inaudible) Relaciones Exteriores también (inaudible)

Este 2 de junio nos congratulamos las mujeres porque México eligió por primera vez en su historia a una mujer, a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de la República.

¿Cómo llegamos a tener en México esta conformación paritaria? ¿Cómo llegamos a eso? Me voy a permitir hacer una narrativa breve.

En 1953 se reconoció el derecho al voto de las mujeres. 40 años después, en 1993, adoptamos acciones afirmativas impulsadas por mujeres militantes, aquí hay una de ellas, mi querida Amalia García, que es una de las guerreras también que estuvo conformado (inaudible) por la lucha por la igualdad y a través de la cual fueron de las primeras acciones afirmativas (inaudible).

No crean que fue fácil, porque se dio primero la lucha al interior de los partidos (inaudible) se sumaron a esta iniciativa de llevar (inaudible), y en ese sentido seguimos luchando las mujeres al interior de nuestros institutos políticos, aquí tenemos a la que era presidenta de uno, ella no tuvo problema en adoptar esas cuotas, pero no así en otros institutos, pero lo logramos, con una lucha continua, permanente e inalcanzable.

En 1996 se lograron que esas acciones afirmativas que empezaron en los partidos como algo que ¿podrá ser?, verdad, ¿podría?, como decir como si fuera optativo de los partidos. Pero en 1996 ya se hicieron candidaturas ya más, vamos a decir, estuvieron ya incluidas en las leyes electorales. Ya era obligatorio.

En el 2002, bueno hasta 2002 cuando se hizo la cuota, fue cuando se volvió obligatoria el 30 por ciento, porque había todavía lucha interna, unos sí la adoptaron, otros no, entonces tuvimos que cambiar las leyes para que los partidos que no cumplieran con el precepto del 30 por ciento podían perder hasta su registro. Entonces, lógico que esto cambió y las mujeres tuvimos la cuota.

Seis años después, en el 2008, se modificó el Código Electoral para aumentar al 40 por ciento y esta cuota fue también muy benigna para la participación política de las mujeres.

En 2014, en medio de un conjunto de reformas de Estado, hubo una negociación por parte de las mujeres, de todas las que estaban. Me tocó ser senadora de la República; Amalia también estaba, por supuesto, en la política.

Y ahí se hizo una negociación con la mayoría de los hombres, eran las reformas, se les llamaban reformas estructurales; era la Reforma Educativa, la Reforma Financiera, la Reforma a la Energía, y las mujeres de todos los partidos les dijimos con mucha claridad: sí, a las reformas, pero también la reforma para la paridad, la paridad constitucional, y así se logró la paridad constitucional con una negociación muy clara, con ellos, muy transparente, muy puesta sobre la mesa y tuvimos la paridad constitucional para los cargos de elección. Así fue como incorporamos el principio de paridad en la Constitución.

En el 2019 se realizó otra reforma constitucional para que hubiera paridad en todo, tres órdenes de gobierno, paridad en todo, paridad en todos los gabinetes, en todas las partes la mujer tenía que estar presente.

Con la paridad consagrada en la Constitución se profundizó en una reforma más reciente realizada en mayo del 2023, estableciendo en la misma Constitución la prohibición para que ninguna persona agresora por violencia familiar, sexual o deudora alimentaria, pueda ocupar cargos de representación popular, ni desempeñarse como funcionario público. Esta reforma la bautizamos como la 3 de 3.

Entonces, esta reforma ha sido muy polémica, muy polémica porque imagínense que ningún agresor, ninguna persona agresora pueda ni siquiera entrar a barrer o abrir una puerta en ninguna orden de gobierno, o deudor alimentario que hay muchos por todos lados.

Entonces, esto vino a cambiar también la forma de cómo contrarrestar la violencia política contra las mujeres. Porque a manera que pareciera que vamos avanzando en términos de ejercicio del poder, también va a avanzando la violencia política contra las mujeres; es decir, hay un rechazo, hay una resistencia a compartir el poder.

Derivado de estas reformas y ante mayor participación de la mujer en la vida pública, como ya lo dije, ha aumentado también la violencia. Como ello han sido necesarias reformas de violencia política contra las mujeres en razón de género, para definirla, leyes penales, electorales y también leyes para la violencia digital. También hay muchísima, y ya lo hemos tocado en esta mesa, la violencia digital y ataca muchísimo y, especialmente, a las mujeres políticas.

Las legisladoras, en conjunto con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, diseñamos un procedimiento especial para sancionar y resolver de manera rápida los casos en los que se denuncia violencia política contra las mujeres, estableciendo sanciones severas como la pérdida del registro de la candidatura del agresor y de su inscripción en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las mujeres en Razón de Género.

El Tribunal, la participación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, hay que decirlo, ha sido fundamental en la contribución para fortalecer la igualdad sustantiva a través de sus sentencias, así que es importante que todas busquen también a sus tribunales para que hagan una sinergia, un trabajo en conjunto para poder estar mejor en política y asegurar la protección de las víctimas de violencia política de género, porque son los tribunales quienes dictan las sentencias.

Estas sentencias obligaron a los partidos políticos a aplicar sin excepción la paridad en sus estatutos internos; además, para evitar que los partidos enviaran a mujeres a competir en distritos electorales perdidos.

¿En dónde han escuchado eso?, yo pregunto. En todas partes, mandan a las mujeres, los partidos a distritos perdidos que luego finalmente son ellos, los hombres, muchas veces se postulan o la mayoría de las veces, en distritos ganados; entonces, todos estos distritos de alto nivel de competitividad que muchas veces son los que buscan los hombres en lugares, vamos a decir para que las mujeres tuvieran, tengan la posibilidad real de ganar, el Tribunal también se encarga de juzgar eso, igualmente el Instituto Nacional Electoral, para poder obligar a los partidos a que las mujeres vayan a lugares que puedan ganar.

Además, para que las mujeres alcancen su desarrollo político, social y económico, México está en proceso de aprobar una reforma para crear el Sistema Nacional de Cuidados, que propone un conjunto de acciones orientadas a redistribuir el trabajo doméstico y crear condiciones para acceder al trabajo remunerado y desarrollo profesional.

Honorables presidentas, honorables amigas, honorables diputadas y senadoras: la paridad y la participación política de las mujeres en la vida pública del país no es solo conquistar cargos; se trata de también qué hacemos con esos cargos para eliminar la discriminación y garantizar la igualdad de oportunidades.

Superar los obstáculos ha sido posible con la lucha permanente y sin cuartel del activismo, la resiliencia y solidaridad de las mujeres en todos los ámbitos en el impulso de las mejores prácticas y, por supuesto, la denuncia de los abusos.

La participación de las mujeres en puestos de liderazgo y toma de decisión no es una concesión, es un derecho y las mujeres en México representamos el 52 por ciento de la población y lo hemos hecho valer en todos los sentidos.

La Agenda 2030 en su objetivo cinco, como todas saben, nos conmina a lograr una igualdad entre los géneros, pero también la Agenda 2030 también dicta muchos otros objetivos que tienen que ver con el desarrollo de todas nosotras y de nuestra inclusión social en nuestras sociedades.

La paridad y la igualdad, para que sean consistentes, no pueden ser entendidas como acciones afirmativas enmarcadas en leyes secundarias, deben de ser dimensionadas como una garantía constitucional que reforme la estructura del Estado.

Primero, leyes secundarias, luego la Constitución, así es como se logra de la mejor forma. La Agenda de Igualdad Sustantiva debe ser prioritaria y transversal en nuestros parlamentos. En México, las legisladoras de todas las fuerzas políticas creamos un grupo plural de todos los partidos al interior para estar buscando una mejora continua para las mujeres.

Aún enfrentamos barreras que deben de ser derribadas: las violencias, los feminicidios, la brecha salarial, la construcción de políticas públicas sin perspectiva de género y la carencia de espacios seguros e igualitarios. Pero la lucha continúa, compañeras. No podemos claudicar, porque la igualdad transversal significa: las mujeres empoderadas, siempre y las mujeres empoderadas, en todo lugar.

“Para todas las mujeres, ni más ni menos, simplemente iguales”

Es cuanto, mucha gracias.

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