COSA DE PRENSA

 

  • Claroscuros del Verdugo del diablo
  • Fracasó magno exorcismo a México
  • Cartas del diablo a su sobrino: CSL

 

Javier Rodríguez Lozano

 

AGUASCALIENTES, Ags., miércoles 31 julio 2019.- José Antonio Fortea, el español Verdugo del diablo, sucesor del exorcista mayor ya fallecido, Gabriel Amorth, dice -y dice mal- que no todo lo malo que pasa puede atribuírsele al Príncipe de la oscuridad; ¿entonces a quién? ¿A la casualidad? ¿A la ingenuidad? ¿A la mala fortuna? Sin duda que el suyo es un desafortunado criterio, ¿o es uno de los milenarios cánones de la teología? Sin embargo, con esa errática manera de discernir los misterios de la vida acertó al pensar antes que nadie el fracaso del magno exorcismo a México, único en el mundo durante los dos siglos de historia del catolicismo, del 20 de mayo de 2015 en la Catedral de San Luis Potosí, encabezado por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez y dirigido precisamente por él, el padre Fortea… Juan Cárdenas es un joven escritor colombiano que luego de su novela El diablo de las provincias, inventa una nueva pregunta: “La metáfora de la droga, ¿qué quiere decir en las sociedades modernas?” Ni él ni nosotros lo sabemos, pero él y nosotros lo investigamos, porque él y nosotros la encontramos interesante. A México, como antes a Colombia, lo flagela el narcotráfico, y a Aguascalientes, el suicidio juvenil y en algunos casos hasta infantil. Ambos, aquello y esto, tienen su origen en una voz interior, mejor conocida como: una decisión. Y el ser humano está hecho de decisiones. Una de las aristas de El diablo en las provincias es la búsqueda de su autor por “la corrección política y la libertad de expresión”, según Marta Sanz en El País, del 16 de octubre de 2017, donde subraya cómo brinca un común denominador con que inicia sus relatos: “Eto ocurrió en lo viejo tiempo…” En ese contexto, ¿qué nos encontraremos en nuestro capítulo de ‘el diablo en la política mexicana de los viejos tiempos’, de nuestro tema “La bronca del diablo contra México”? Dice Juan Cárdenas a Juan Corroto, en Letras Libres, 27 septiembre 2017, que Colombia -como México hoy- “es un lugar donde se han juntado muchas de las encrucijadas de la economía global. De pronto, se convirtió en un centro de producción y distribución de la droga… porque la droga es el otro gran combustible del capitalismo. Sí, me interesa mucho en ese sentido. Uno de los primeros que empezó a pensar en las drogas en este sentido fue William Burroughs. Muy pronto se dio cuenta de que las drogas eran una vía de emancipación, una vía de conocimiento, pero también de sujeción y control. Y trató de explorar esa metáfora de la droga. Me parece mucho más interesante recoger ese legado que tratarlo en los términos periodísticos que hace Narcos, que empobrece más la metáfora de la droga. Me parece más interesante expandir esa metáfora, ver qué quiere decir la droga en las sociedades contemporáneas. Es una pregunta literariamente interesante” … Ni qué decir lo que la droga ha hecho en México, y de lo que se ha dicho muy poco es del suicidio infantil y juvenil que campeona nacionalmente a Aguascalientes. En ambas fenomenologías subyace la arquitectura del mal, es decir, del diablo, ese mismo que el apologista y medievalista irlandés, Clive Staples Lewis, retrata en unas cuantas líneas de su Carta del diablo a su sobrino, que bien pueden colgar en imaginario cuadro, en el muro de un hogar del desastre cualquiera, al dirigirse el Príncipe de la oscuridad a un demonio interno le dice: “Mi querido Orugario: sí; el noviazgo es el momento de sembrar esa semilla que engendrarán, diez años después, el odio doméstico (…) Aprovéchate de la ambigüedad de la palabra Amor, déjales pensar que han resuelto mediante el amor problemas que de hecho solo han apartado o pospuesto bajo la influencia de este encantamiento. Mientras dura, tienes la oportunidad de fomentar en secreto los problemas y hacerlos crónicos”.

LA COSA ES QUE…

Y pensar que la solución -el Príncipe de la luz, de Paulo Coelho-, está tan cerca de cualquiera, como esos pensamientos que tientan a la maldad: Escúchate y soluciónate. Ese guerrero se llama Inteligencia Emocional, que sabe las cosas antes que sucedan; qué tal.

 

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